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Facultad de Ciencias VETERINARIAS

20 años de la Maestría en Gestión del Agua en Ciencias Veterinarias de la UBA

 

En el inicio del año lectivo 2024, se encuentra abierta hasta el 4 de abril la inscripción a la Maestría en Gestión del Agua, que a 20 años de su puesta en marcha vuelve a convocar a profesionales interesados en especializarse en en el manejo integral de un recurso fundamental, finito y cada vez más escaso.

A lo largo de estas dos décadas, el posgrado entregó el título de Magister de la Universidad de Buenos Aires en Gestión del Agua a 10 promociones, y con las tesis que presentaron los graduados se desarrollaron soluciones integrales para una multiplicidad de problemáticas vinculadas al manejo del recurso, tanto en la Argentina como en otros países de la región, desde el ámbito público, el privado y el de las ONG y otras organizaciones civiles.

El diseño curricular de la Maestría responde a una certeza: que la gestión del agua requiere un enfoque transdisciplinario, con miradas diversas y complementarias, esencial para la prevención y mitigación de problemas variados, desde sequías hasta inundaciones, pasando por la contaminación, el uso inadecuado y otras dificultades que actualmente se intensifican debido a las consecuencias del cambio climático. 

En ese contexto, el posgrado de Ciencias Veterinarias se vincula estrechamente con uno de los Objetivos de Desarrollo Sustentable de la agenda 2030 de la ONU (el ODS 6), orientado a garantizar el acceso al agua y el saneamiento de la población mundial, así como a conservar el recurso y sostener su calidad.  

De acuerdo a ese compromiso internacional, el propósito esencial de la Maestría en Gestión del Agua es contribuir “a la formación de profesionales capaces de interpretar el conjunto de dimensiones del conocimiento, las tecnologías e instrumentos que se requieren para llevar a cabo una gestión integrada de los recursos hídricos”.

“Se trata de encarar la cuestión del agua de una manera holística, en la que un profesional que trabaja o está interesado en trabajar con el recurso, pueda aproximarse a los conceptos y enfoques de otras disciplinas para, de ese modo, ejercer su tarea con contexto y de manera integral”, explica la Dra. Alejandra Volpedo, directora de la Maestría. 

El plantel docente incluye desde veterinarios, hidrólogos, geólogos, meteorólogos, matemáticos, ingenieros, físicos, químicos y biólogos, hasta abogados, economistas y especialistas en distintas áreas de las ciencias de la salud y sociales. “Todos tienen actividad profesional vinculada con la gestión del agua, y enseñan a partir de su experiencia de años en la materia”, subraya Volpedo, bióloga y también investigadora del CONICET.

 

Prestigio académico internacional

La maestría nació junto al Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (CETA). En paralelo a su actividad de investigación científica en el tema, ese espacio que hoy dirige el decano de Ciencias Veterinarias, Dr. Alejo Pérez Carrera, dicta la Maestría en Gestión del Agua para profesionales con título de alguna carrera de cuatro o más años en la UBA, y a graduados de otras universidades argentinas o extranjeras con títulos equivalentes. 

Se trata de una carrera única en Latinoamérica, que está acreditada por la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU) y categorizada en el nivel A, el más alto posible.

Esa certificación y el prestigio de su plantel docente le han dado un creciente reconocimiento no sólo en ámbitos académicos y profesionales nacionales, sino en toda la región. En la mayoría de las promociones se cuentan graduados de otros países de Latinoamérica, y también se han formado profesionales españoles. 

Por otra parte, organismos internacionales como la OEA, la Convención Internacional de Conservación de Humedales RAMSAR, y el SENACYT de Ecuador, han otorgado becas para cursarla, al  igual que la Universidad de Alcalá de Henares (España). En el ámbito nacional las han ofrecido el INTA, la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. La propia Facultad de Ciencias Veterinarias también brinda este apoyo a los interesados. 

Para obtener el título, los/las magister deben formular una tesis final que aborde temáticas relevantes en relación a diferentes aspectos relacionados con la gestión del agua, y principalmente que tengan aplicación en las zonas de estudio. 

Según explica Volpedo, estos trabajos finales de los/las graduados/as más de una vez están relacionados con la actividad profesional que ya ejercen. “En muchos casos cursan la Maestría en busca de soluciones para cuestiones puntuales y específicas que se les presentan en su actividad, y su tesis final apunta a ese objetivo”, cuenta. 

Las tesis proponen acciones vinculadas a la conservación del agua, la eficientización del consumo, mejoras en la calidad del recurso, el saneamiento y la obra pública vinculada a los servicios de agua potable, entre muchos otros aspectos que los profesionales pueden gestionar tanto desde el sector público como en empresas de distintas industrias y ámbitos como el de las ONG. 

La mayoría de los/las graduados/as de la Maestría provienen de profesiones vinculadas al medio ambiente y actividades productivas asociadas al manejo del agua. Ingenieros agrícolas, ambientales y civiles; biólogos, licenciados en ciencias ambientales y por supuesto médicos veterinarios, son los que más cursan el posgrado. 

Pero la lista es mucho más amplia. Incluye desde químicos, sociólogos, arquitectos y economistas, hasta técnicos en alimentación, abogados, contadores, psicólogos e incluso algún periodista. 

 

Enfoque integral y transdisciplinario

Esa diversidad de intereses en torno a esta propuesta académica es probablemente un reflejo de la matriz con la que fue concebida, con la mirada interdisciplinaria como eje central. 

“Sucede que el tema del agua es muy amplio”, asegura la doctora en química Alicia Fernández Cirelli, fundadora del CETA y quien inició el proyecto de la maestría luego de desempeñarse como Secretaria de Ciencia y Técnica de la UBA durante ocho años, función en la que se concentró en promover enfoques científicos transdisciplinarios, articulando la investigación y la ciencia aplicada de las distintas facultades de la UBA. 

“Por supuesto que el agua involucra Ingeniería, Química y Física -amplía quien dirigió la Maestría en Gestión del Agua hasta 2018-. Pero yéndome para el otro lado, también suma abogacía, porque tiene toda una parte de legislación. También aspectos de la ecología, en los que interviene la Biología; otros vinculados al contacto con la gente, que dan lugar a las Ciencias Sociales y Humanas. Incluye a la Economía, porque hay que ponerle un precio y administrar los servicios; la agronomía por la agricultura, la ciencias de la Salud, las Veterinarias en la ganadería; La verdad es que me cuesta pensar en una disciplina que pueda quedar afuera de la cuestión del agua”, 

Los contenidos de la Maestría, entonces, atienden esa multiplicidad de áreas vinculadas al recurso. “Desde la hidroingeniería hasta la leche, abarca todo el espectro”, sintetiza Fernández Cirelli. 

“Si usted tiene que gestionar el agua debe entender todas esas dimensiones involucradas en el tema, porque no se puede gestionar lo que no se conoce en profundidad. Uno viene de una profesión, y eso la maestría no lo cambia. Un abogado seguirá legislando, pero sabrá mejor para qué y por qué legisla. Yo, como química, tengo que juntarme con alguien que esté preparado, por ejemplo, para hacer una obra de infraestructura que resuelva determinado problema. Entonces tengo que poder comunicarme con otras profesiones. Con la maestría aprendo los idiomas de las distintas disciplinas”. 

En retrospectiva, la evaluación que hace de estos 20 años del posgrado su fundadora “es muy satisfactoria”. También destaca que se ha sostenido en el tiempo, “que no es poca cosa”, con el apoyo de los equipos de gestión de la Facultad. Y especialmente, resalta lo relevante que resulta formar a profesionales en la gestión del agua.

“Es un recurso fundamental y finito. Renovable, pero que no aumenta. Tenemos el ciclo natural del agua, y el ciclo de uso, con el reuso, el descarte y el tratamiento. Evidentemente, si se contamina mucho el recurso, cuesta purificarlo. También estamos en problemas porque la población sigue y seguirá creciendo, y el recurso no. Está esto del mal uso, de dejar la canilla abierta. Y por supuesto la cuestión del cambio climático, que influye. Si no hay precipitación, ¿de dónde nos viene el agua? Evidentemente un periodo de seca complica el abastecimiento y ya hemos tenido noticias al respecto. Quizá el factor climático no lo podemos manejar, pero problemas como la sobreexplotación de acuíferos, si”, concluye Fernández Cirelli

 

La currícula de la Maestría en Gestión del Agua

Los dos años de cursada totalizan 776 horas de clase. El primer año, que actualmente se dicta con un semestre online y otro presencial, incluye las siguientes materias: 

  • Hidrología

  • Hidrogeología.

  • Ecología acuática.

  • Calidad del agua.

  • Oferta y demanda de los recursos hídricos.

  • Análisis de sistemas hídricos.

  • Modelación matemática del transporte en cuerpos de agua.

  • Sistemas de información

  • Proyecto de obras hidráulicas.

  • Tratamiento de efluentes cloacales e industriales

 

En el segundo se pone énfasis en la aplicación de los conocimientos vistos en el ciclo inicial, con salidas de práctica a distintos ámbitos del campo laboral, como el Delta del Paraná, empresas como AySA u organismos como el Instituto Nacional del Agua (INA). Las actividades académicas se desarrollan en las siguientes materias:

  • Economía de los recursos naturales.

  • Legislación del agua y el ambiente.

  • Aspectos aplicados de la gestión ambiental

  • Gestión integrada del agua

La inscripción a la Maestría en Gestión del Agua de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA está abierta hasta el 4 de abril. 

Consulta de aranceles, becas y más información en www.fvet.uba.ar o por mail a maestriagagua@fvet.com.ar