Tras conseguir un aumento del presupuesto para gastos de funcionamiento y los seis hospitales de la UBA acorde con la evolución del índice de precios, el Consejo Superior suspendió la emergencia universitaria que regía desde el 10 de abril.
La RESCS2024-430-E-UBA-REC fue aprobada en la sesión ordinaria del martes 15 de mayo y, más allá de esta mejora obtenida luego de una histórica marcha nacional en defensa de la educación pública, aclara con énfasis que la Universidad permanece en “estado de alerta y profunda preocupación” por la desactualización salarial de docentes y nodocentes y la desfinanciación del sistema científico-técnológico, los programas de Extensión y las obras de infraestructura.
Este refuerzo presupuestario, que debió haber llegado mucho antes, alcanza para dejar atrás la emergencia pero no resuelve las múltiples dificultades generadas por el feroz ajuste que padecen esta casa de estudios y el resto de las universidades nacionales.
La UBA y la Facultad de Ciencias Veterinarias siguen lejos de poder solventar funciones fundamentales como la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la prestación de servicios y transferencia de conocimientos a la sociedad y las fuerzas productivas del país.
En su resolución, el CS manifiesta la “urgente necesidad” de una negociación “tendiente a recomponer los salarios de docentes y no docentes a un salario justo” y pone atención en “el resto de las partidas aún no actualizadas y/o discontinuadas”.
Además, se manifiesta a favor de la sanción de una Ley de Financiamiento Universitario en el Congreso.
En este contexto, desde el equipo de gestión de la Facultad convocamos a nuestra comunidad educativa a seguir enriqueciendo el constante aporte de ideas para generar recursos propios en la Facultad.
También, llamamos a sostener las medidas de restricción del gasto implementadas en los últimos meses y puntualmente desde que se declaró la emergencia universitaria.
Ese valioso esfuerzo también es expresión del fuerte compromiso que todos y todas tenemos con la universidad pública, y que ha sido fundamental para fortalecer los reclamos y obtener esta primera respuesta del Gobierno, que de ningún modo puede ser la última y definitiva.
Queda mucho por defender.
Sigamos cuidando a la UBA y a nuestra querida Facultad de Ciencias Veterinarias.
