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Facultad de Ciencias VETERINARIAS

Reflexiones en conmemoración del Dia Mundial del Agua 2021.

“Valoremos el agua”


El agua es esencial para la vida y para el desarrollo de las sociedades. 

La cultura del agua ha estado presente a lo largo del tiempo en todas y cada una de las antiguas civilizaciones, cuyo desarrollo dependió en gran parte del agua. 
 

Latinoamérica es una de las regiones del planeta que posee la mayor cantidad de recursos hídricos disponibles en relación a la cantidad de habitantes, aunque es necesario precisar que esos recursos están distribuidos de manera heterogénea. 

La disponibilidad y la calidad del agua son dos factores claves para la vida y el desarrollo de cualquier región del mundo.
Si bien desde el punto de vista del ciclo hidrológico solemos pensar al agua como un recurso renovable, su naturaleza es finita, limitada y frágil, y está expuesto a una creciente demanda, pero también a fuertes amenazas. 

En realidad, la solución al problema de la escasez y de la contaminación no puede ser dada solamente desde el punto de vista químico; para la química, el agua no es más que una molécula. Por ello, la respuesta adecuada sólo puede provenir de una gestión que privilegie los aspectos éticos y culturales.


Agua y sector agropecuario
A nivel mundial, el sector agropecuario es el mayor consumidor de agua  Y Argentina  no escapa a esa tendencia. 

Del total de agua que se consume, la demanda de este sector representa el 73%, seguida por el uso doméstico (17 %) y por las actividades industriales (10 %).

El agua que se utiliza en las producciones agropecuarias, tanto para riego como para bebida animal, requiere una calidad determinada para no alterar la productividad ni el ambiente. 

La presencia de contaminantes, en particular de microcontaminantes como metales pesados, plaguicidas y agentes terapéuticos veterinarios en matrices ambientales puede ser una vía de transferencia a la cadena agroalimentaria. 


Calidad y cantidad
Las diferentes actividades en las que se emplea el agua requieren una calidad particular. El aprovisionamiento del agua para la población es el uso más exigente, en términos de calidad y seguridad del suministro. La calidad de agua tiene consecuencias directas en salud humana, situación que se torna más grave por la demanda creciente asociada al aumento demográfico. 

Según la OMS (2017), alrededor del 70% de las enfermedades que padece la población mundial están asociados al consumo de agua no potable o a la manipulación de alimentos de manera no segura. 

El deterioro de la calidad del agua va en aumento, consolidándose como una de las principales problemáticas ambientales. 

Existe contaminación de origen natural a causa de las características geoquímicas naturales de una zona. La presencia de elevadas cantidades de hierro reducido, flúor, arsénico y sales en aguas subterráneas pueden afectar el uso del agua para consumo humano. También las erupciones volcánicas y sus consiguientes torrentes de lava, las inundaciones y sequías, entre otros fenómenos naturales. 

No obstante, el impacto de estos eventos suele ser menor que el de las actividades humanas. Ejemplo de ello son los vertidos incontrolados de aguas residuales urbanas e industriales –muchas veces sin recibir ningún tratamiento–, así como las prácticas agrícolas deficientes. 

La contaminación atmosférica, la acumulación de sustancias químicas en suelos y sedimentos, el exceso de bombeo de aguas subterráneas, la minería, junto a otras industrias de extracción, la destrucción de humedales y de zonas de recarga de acuíferos, contribuyen también al deterioro de la calidad del agua.

Los principales efectos que produce el agua contaminada en el ambiente son: contaminación microbiológica y transmisión hídrica de enfermedades; pérdida de los ecosistemas acuáticos; riesgo de infecciones crónicas asociadas con la contaminación química; pérdida de la capacidad productiva en suelos regados, a causa de procesos de salinización, entre otros (Baird, 2001).
Se puede considerar que casi todos los usos pueden contaminar el recurso y convertirlo en no adecuado para otros usos, siendo indispensable su tratamiento. 

Los principales contaminantes suelen estar constituidos por una amplia gama de compuestos orgánicos e inorgánicos procedentes de fuentes puntuales urbanas, industriales, mineras, áreas militares, basurales, sistemas de producción pecuaria intensiva sin tratamiento de efluentes y polos petroquímicos, entre otros. 

En el caso de las aguas subterráneas, se destaca la lixiviación de nitratos, plaguicidas, sales originadas por intrusiones marinas y sales procedentes del uso de aguas salinas para regar. En el agua superficial, en cambio, los compuestos orgánicos e inorgánicos procedentes de las actividades agropecuarias, industriales y de zonas urbanas suelen ser los principales contaminantes. 

Sumar e integrar
La fragmentación en el análisis de las actividades y procesos que condicionan el sector hídrico ha conspirado históricamente contra un enfoque integral, requisito básico de una planificación eficiente. 

Dado que la problemática del agua abarca el conocimiento de una diversidad de sistemas, resulta de vital importancia la integración de las diferentes disciplinas para lograr el conocimiento transdisciplinario; la unión de la investigación con la docencia formal e informal, y la reunión de los organismos normativos y de gestión. 

Las universidades y centros de investigación y desarrollo –como parte inseparable de la sociedad– están obligados a considerar los problemas más acuciantes, en búsqueda de soluciones creativas, seguras y económicas.

Desde el Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (FCV-UBA) aprovechamos la oportunidad de la conmemoración del Día Mundial del Agua 2021 bajo el lema “valoremos el agua” para reflexionar acerca de la necesidad colectiva de preservar este recurso vital para el desarrollo socioeconómico, el bienestar y la igualdad social.
En este marco, a partir del 5 de mayo iniciaremos una nueva edición del ciclo de charlas “Ciencia al agua” en el marco de la conmemoración del bicentenario de nuestra Universidad de Buenos Aires donde referentes en el tema debatirán acerca de diferentes aspectos y miradas sobre este recurso tan valioso.


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