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Facultad de Ciencias VETERINARIAS

A nivel edilicio, se trata de una de las obras más grandes de Sudamérica

 

El edificio que albergará al Instituto de Investigación y Tecnología en Reproducción Animal (INITRA) está cerca de ser una realidad. En instalaciones de lo que fuera uno de los  edificios de SENASA, dentro del predio de la Facultad de Ciencias Veterinarias, se avanza día a día en la remodelación, construcción y adecuación de 800 m2  destinados exclusivamente a investigación en reproducción y biotecnología animal. A nivel edilicio, se trata de una de las obras más grandes de Sudamérica en la especialidad.

Inicialmente, el INITRA reunía las cátedras de Histología y Embriología, Química Biológica, Teriogeneología y Física Biológica. Ahora se le suman Inmunología y Patología.  El INITRA tiene como objeto formar investigadores idóneos en el área de reproducción animal, promoviendo la investigación científica y tecnológica, así como también mejorar los estándares reproductivos a través de la generación de conocimiento y su transferencia mediante el asesoramiento técnico al sector productivo.

La obra arrancó en 2010 con financiación del ex MINCyT, ANPCyT – líneas de financiamiento FONTAR, con vistas a adecuar la infraestructura edilicia y adicionar equipos de última generación destinados a la investigación y a mejorar servicios a terceros, ya existentes, como también a la creación de nuevos.
En 2018 se realizó un regestionamiento de la obra civil, previendo su finalización hacia fines de 2019. Se terminaron las divisiones internas que enmarcan los laboratorios, secretarías y oficinas. Actualmente, se trabaja en las instalaciones de gas común y gases especiales (oxígeno, nitrógeno y dióxido de carbono, para estufas de cultivo), el sistema central de ventilación y aire y en la parte eléctrica.
El paso siguiente consiste en lo que se consideran las terminaciones; entre ellas pisos, recubrimientos y aberturas.
Las instalaciones del Instituto contemplan también un área de recepción, sujeción y manejo de los animales en pie denominada zona de brete-manga, la que facilita  las maniobras necesarias según el tipo de servicio o de prestación científica a aplicar, como por ejemplo, extracción de semen, ovocitos y demás muestras para análisis.

 

Los destinatarios de estos servicios suelen ser investigadores de las distintas facultades de la UBA, de otras universidades o centros académicos. También demandan servicios de aplicación diversas asociaciones que nuclean a productores ganaderos y equinos, cámaras, cabañas y productores individuales.