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Facultad de Ciencias VETERINARIAS

"Me parece importante recordar a Manuel Belgrano en el marco de la conmemoración de este día, en una universidad pública, gratuita y co-gobernada, que sigue ocupando el primer lugar en el ranking de universidades de Latinoamérica", señaló Alejo Pérez Carrera

 

Para conmemorar el Día de la Bandera, autoridades, docentes, nodocentes, alumnos y público en general se congregaron el miércoles 19 de junio en el Hall Central y frente al mástil de la Facultad de Ciencias Veterinarias UBA, participando de un breve acto que comenzó con el izamiento de la bandera nacional.

La creación de la bandera se recuerda el 20 de junio en homenaje a Manuel Belgrano, quién falleció en esa fecha, 199 años atrás, esto es, en 1820.

Belgrano fue una figura destacada del ciclo histórico y político que se abrió con la Revolución de Mayo. En 1812 el Primer Triunvirato lo había nombrado jefe militar del Ejército del Norte para vencer a las resistencias realistas reagrupadas en el Alto Perú. Fue en ese momento cuando Belgrano creó, en las cercanías de Rosario, una bandera con una franja celeste y otra blanca que se convirtió luego en referencia de la actual bandera.

“Me parece importante recordar a Manuel Belgrano en el marco de la conmemoración de este día, en una universidad pública, gratuita y co-gobernada, que sigue ocupando el primer lugar en el ranking de las universidades de Latinoamérica, y que es la única entre las 100 primeras, que considera la percepción que tiene la sociedad respecto de constituirnos en una universidad masiva, de libre ingreso, gratuita y autónoma”, señaló Pérez Carrera, al dirigir unas palabras a los presentes.

“Como comunidad debemos plantearnos seguir por ese caminos, identificándonos con nuestros valores. En este caso que conmemoramos el día de la Bandera, seguir luchando por la formación de los más jóvenes, con una formación de calidad en todos los niveles.

Pérez Carrera destacó la participación en el acto de representantes del Jardín, de la Escuela Agropecuaria y de la Facultad, y señaló que a la Facultad: “la hacemos entre todos los integrantes de esta comunidad”.

“La enseñanza es una de sus primeras obligaciones para prevenir la miseria y la ociosidad”

A continuación se incluyen los párrafos que el decano de FCV UBA, Alejo Pérez Carrera, compartió en el acto. Fueron extraídos del libro “Escritos sobre Educación”, selección de textos de Manuel Belgrano, efectuada por Rafael Gagliano, profesor de historia e investigador de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA.

“No es fácil comprender en qué ha podido consistir, ni en qué consista que el fundamento más sólido, la base, digámoslo así, y el origen verdadero de la felicidad pública, cual es la educación, se halla en un estado tan miserable, que aun las mismas capitales se resienten de su falta.”

“(…) es a saber escuelas de primeras letras, pero sin unas constituciones formales, sin una inspección del gobierno, y entregadas, acaso, a la ignorancia misma, y quién sabe si a los vicios; es preciso lastimarse de esta situación (…)”.

“A la falta de estos establecimientos debemos atribuir los horrores que observamos, casi sin salir de poblado, y todavía mucho más en las poblaciones cortas y sin límites en los campos, donde, estamos por atrevernos a decirlo, se vive sin ley, ni religión”.

“¿Cómo se quiere que los hombres tengan amor al trabajo, que las costumbres sean arregladas, que haya copia de ciudadanos honrados, que las virtudes ahuyenten a los vicios, y que el gobierno reciba el fruto de sus cuidados, si no hay enseñanza, y si la ignorancia va pasando de generación en generación con mayores y más grandes aumentos?”.

“Hubo un tiempo de desgracia para la humanidad en que se creía que debía

mantenerse al pueblo en la ignorancia, y por consiguiente en la pobreza, para conservarlo en el mayor grado de sujeción; pero esa máxima injuriosa al género humano se proscribió (…) y nuestra sabia legislación jamás, jamás la conoció”.

“(…) el celo por el bien público y la sabiduría han venido a subrogar esos rayos de barbarie; promoviendo todo lo útil, todo lo ventajoso, y en particular la propagación de los conocimientos para que la virtud ocupe el lugar que le corresponde, y la nación en todos los puntos de la monarquía, que ya se miran por distantes que estén de su centro como partes integrales de ella, adquiera la ilustración de que es capaz en beneficio general y particular de los que la componemos”.

“Así pues, debemos tratar de atender a una necesidad tan urgente, como en la que estamos de establecimientos de enseñanza, para cooperar con las ideas de nuestro sabio gobierno a la propagación de los conocimientos, y formar el hombre moral, al menos con aquellas nociones más generales y precisas con que en adelante pueda ser útil al Estado”.

“(…) persuadidos de que la enseñanza es una de sus primeras obligaciones para revenir la miseria y la ociosidad y que de no cumplir con un deber tan santo faltan a todos los  derechos, y se hacen reos ante Dios y ante la sociedad”.

“Pónganse escuelas de primeras letras costeadas de los propios y arbitrios de las ciudades y villas, en todas las parroquias de sus respectivas jurisdicciones, y muy particularmente en la campaña, donde a la verdad, residen los principales contribuyentes a aquellas ramas, y a quienes de justicia se les debe una retribución tan necesaria”.

“Basta con que los maestros sean virtuosos, y puedan con su ejemplo dar lecciones prácticas a la niñez y juventud y dirigirlos por el camino de la santa religión y del honor y pudiendo enseñar a leer bien, poco importa que su forma de letra no sea de lo mejor, suficiente es con que se pueda entender”.

“Convencidos de la necesidad de separar de nosotros males tan graves por medio de los establecimientos de educación, adoptemos los arbitrios propuestos u otros que se juzguen más fáciles y muy pronto veremos cambiar el aspecto (…) de la patria”.