Proventrículo de pollo seccionado transversalmente. H & E.
Órgano hueco. La mucosa presenta hacia la luz grandes papilas macroscópicas que tridimensionalmente tienen la forma de un volcán, con un orificio central (desembocadura de las glándulas proventriculares) y profundas criptas concéntricas al mismo. La mucosa está revestida por un epitelio cilíndrico que se hace cúbico en el fondo de la cripta y una lámina propia o corion de tejido conectivo laxo que contiene tejido linfático difuso. La muscular de la mucosa posee dos capas de músculo liso mayormente longitudinales: una capa interna y otra capa externa a las glándulas proventriculares. Dependencias de estas capas y tejido conectivo separan al órgano en lóbulos glandulares. Los lóbulos están formados por las glándulas proventriculares que poseen adenómeros tubulares rectos y de luz amplia (a veces denominados “alvéolos”). Cada túbulo está revestido por epitelio cúbico o cilíndrico bajo de aspecto aserrado (las células oxinto-pépticas) por su carencia de complejos de unión apicales. El extremo proximal de cada túbulo posee células cilíndricas mucosas (conductos terciarios). Éstos confluyen en conductos mayores (conductos secundarios en el centro del lóbulo que desembocan en los conductos primarios. Los conductos primarios desembocan hacia la luz por el centro de las papilas macroscópicas de la mucosa. La submucosa es fina, de tejido conectivo laxo. La muscular posee dos capas de músculo liso, una capa circular interna y gruesa, y una capa longitudinal externa y delgada. La serosa es tejido conectivo laxo y mesotelio.
Nota: Una interpretación alternativa llama “glándulas submucosas” a las glándulas proventriculares y considera que la muscular de la mucosa posee una sola capa interna y la muscular, tres capas.