REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA
Rol de la hormona del crecimiento en la función ovárica de la vaca lechera
Leiva, CJ1,3; Durante, LI1,3; Bértoli, J2,3; Gatti, E2,3; Baravalle, E2,3; Rey, F1,2; Ortega , HH1,2; Marelli , BE1,2.
1
Laboratorio de Biología Celular y Molecular Aplicada, Instituto de Ciencias Veterinarias del Litoral (ICiVet-Litoral),
Universidad Nacional del Litoral (UNL) / Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), Esperanza,
Santa Fe, Argentina.
2
Departamento de Producción Animal, Facultad de Ciencias Veterinarias del Litoral, Universidad
Nacional del Litoral (UNL), Esperanza, Santa Fe, Argentina.
3
Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional del
Litoral (UNL), Esperanza, Santa Fe, Argentina.
Recibido:09/08/2021
Aceptado: 22/02/2022
Correspondencia e-mail:Belkis Marelli libmarelli@fcv.unl.edu.ar
Resumen
La hormona del crecimiento es reconocida como un regulador endocrino clave del crecimiento postnatal y la producción en bovinos de leche. No obstante, actualmente se conoce que esta hormona también afecta la reproducción de estos animales. La función ovárica en los bovinos está controlada por mecanismos de control intraováricos que, concomitantemente con señales endócrinas, coordinan el reclutamiento, la selección y el crecimiento folicular. Aunque el rol de las gonadotropinas en la estimulación del crecimiento y diferenciación folicular es claro, particularmente durante las etapas finales de la maduración, la hormona del crecimiento también cumple una función moduladora de relevancia, ya que ejerce múltiples efectos directos e indirectos en el ovario, actuando sobre la esteroidogénesis, la foliculogénesis y la maduración de los ovocitos. Todo avance en la comprensión de los mecanismos de regulación intraováricos resultará de utilidad en la planificación de nuevos enfoques para la manipulación de la función ovárica y la mejora de la fertilidad de los rodeos lecheros.
Palabras clave: hormona del crecimiento, reproducción, ovario, bovinos, enfermedad quística ovárica
Role of growth hormone in dairy cow ovarian function
Summary
Growth hormone is recognized as a key endocrine regulator of postnatal growth and production in dairy cattle. However, it is currently known that this hormone also affects reproduction in these animals. Ovarian function in cattle is controlled by intraovarian control mechanisms that, concomitantly with endocrine signals, coordinate recruitment, selection and follicular growth. Although the role of gonadotropins in stimulating follicular growth and differentiation is clear, particularly during the final stages of maturation, growth hormone also plays an important modulating role, since it exerts multiple direct and indirect effects on the ovary, acting on steroidogenesis, folliculogenesis and oocyte maturation. Any advances in understanding intraovarian regulatory mechanisms will be helpful in the design of new approaches to manipulating ovarian function andimproving fertility in dairy herds.
Key words: growth hormone, reproduction, ovary, cattle, ovarian cystic disease
INTRODUCCIÓN
La base fundamental de la viabilidad
económica de los sistemas productivos pecuarios es la generación de la mayor cantidad
posible de terneros con la mejor eficiencia reproductiva, caracterizada principalmente por
índices reproductivos adecuados como ser,
tasas de concepción elevadas e intervalos parto-parto breves. La alta eficiencia reproductiva se traduce en un incremento
directo en la producción de leche o de carne, según el sistema del que se trate. Cualquiera sea el caso,
el comienzo del proceso reproductivo se debe
a una coordinación de eventos endocrinos que
actúan en el ovario para inducir el estro y la
posterior ovulación1. Por lo tanto, cualquier
alteración fisiológica que sufra la vaca en relación a dichos procesos podría provocar una
disminución en los índices reproductivos y, en
consecuencia, en la producción.
En los sistemas productivos actuales,
las vacas sufren alteraciones metabólicas durante toda su vida asociadas a las distintas
etapas adaptativas como nacimiento, destete y
parto. Particularmente, durante el período de
transición (PT), el cual transcurre desde las tres
semanas antes del parto hasta tres semanas
posteriores al mismo, la vaca sufre una serie de
adaptaciones metabólicas, fisiológicas y anatómicas que la preparan para el parto y la lactancia18.
Esto convierte al PT en una etapa crítica debido a las complicaciones que pueden surgir
como consecuencia de estas adaptaciones, y que
pueden condicionar la reanudación de la actividad ovárica posparto. Las vacas que experimentan complicaciones en el PT poseen un mayor
riesgo de contraer enfermedades, de padecer
trastornos reproductivos y, en consecuencia, de
ser descartadas; incrementándose así los índices de reposición12. Aproximadamente entre el
30-50 % de estos animales se ven afectados por
alguna alteración metabólica o por infecciones
durante el periparto, lo que genera un impacto económico negativo en la producción y en el
bienestar general de dichos animales41,11.
La mayoría de las vacas lecheras en periparto presentan un periodo de insulino-resistencia, reducción en la ingesta alimentaria,
balance energético negativo (BEN), lipólisis
incrementada con la consecuente pérdida de
peso (al inicio de la lactancia), hipocalcemia, y
alteración de la función inmunológica56. En las
vacas lecheras de alta producción, la redistribución de nutrientes durante la lactancia temprana es un proceso fisiológico fundamental
para alcanzar los máximos rendimientos productivos5. Las razas destinadas a la producción
de carne se ven afectadas en menor medida.
Una de las principales hormonas responsablesde este proceso es la hormona del crecimiento
(GH, del inglés Growth Hormone)19. La GH es
un regulador endocrino clave del crecimiento
y la lactancia en estos animales. No obstante,
actualmente se conoce que esta hormona también afecta la función reproductiva de los bovinos, ya que ejerce múltiples efectos
específicos sobre la fisiología ovárica64,51,27,15,28.
La Enfermedad Quística Ovárica (EQO)
es uno de los desórdenes reproductivos más frecuentes y una causa importante de infertilidad
en vacas lecheras. El componente central de la
etiopatogenia de la EQO se asocia con una disfunción del eje hipotálamo-pituitario-ovárico.
No obstante, la persistencia de los folículos a lo
largo del tiempo también está vinculada fuertemente a la acción de componentes intraováricos
que pueden afectar procesos fisiológicos a este
nivel como la foliculogénesis, la esteroidogénesis y la ovulación66. Además, existen diversos
factores que contribuyen al desarrollo de quistes ováricos en los rodeos entre los que se destacan los efectos de BEN, el estrés,
las deficiencias nutricionales, el manejo del rodeo, las enfermedades infecciosas, entre otros66,55.
El estudio de los procesos que conducen a la falla ovulatoria
y la persistencia del folículo dominante resulta
clave para comprender la patogenia de la EQO.
Considerando lo expuesto hasta aquí,
esta revisión tiene como objetivo analizar las
funciones más relevantes de GH sobre la fisiología ovárica de las vacas lecheras, su rol como mediador entre el estado metabólico y
reproductivo de estos animales, y su posible participación en la fisiopatología ovárica.
Hormona del crecimiento: secreción y funciones fisiológicas
La GH, también llamada somatotropina,
es una hormona proteica monomérica de 191
aminoácidos, con un peso molecular de 22 kDa.
En el bovino, como en la mayoría de los mamíferos, la GH es sintetizada principalmente por
las células somatotróficas de la adenohipófisis, y
secretada de forma pulsátil siguiendo un ritmo
ultradiano36. En dichas especies, tanto la síntesis
como la secreción de la GH hipofisaria están controladas principalmente por dos péptidos hipotalámicos con funciones opuestas, la
hormona liberadora de GH (GHRH) y la hormona inhibidora de la liberación de GH (GHIH; o somatostatina),
quienes actúan estimulando o inhibiendo dichos
procesos, respectivamente. Además, se han identificado una amplia variedad de moléculas bioactivas y hormonas que actúan como factores
reguladores secundarios de la secreción de GH. Entre los reguladores positivos más relevantes de la
GH hipofisaria se encuentran la serotonina, la
acetilcolina, ciertos aminoácidos o sus derivados,
el factor de crecimiento de fibroblastos, factor 1
derivado de quimiocinas, endotelinas, galanina y
la proteína klotho. Además, se destacan la ghrelina, el neuropéptido Y, la hormona liberadora de
tirotropina, las hormonas tiroideas, la hormona
liberadora de gonadotropinas, la hormona liberadora de corticotropina, entre otros. Dentro de
los reguladores negativos de GH se encuentran
las catecolaminas, la oxitocina, la adernomedulina-2, la nesfatina-1 y el factor de crecimiento
análogo a insulina tipo 1 (IGF1). Finalmente, la
colecistoquinina, la activina, la leptina y la kisspeptina han demostrado un comportamiento
dual en la regulación de GH, y persiste cierto debate sobre el potencial inhibidor y/o estimulante
de estas moléculas24,69.
La expresión de génica de GH, sin embargo, no se limita a la glándula pituitaria, ya
que también sucede en diversos tejidos extrapituitarios como los tejidos neurales, tejidos
del sistema inmune, en órganos reproductivos,
en órganos del sistema gastrointestinal y cardiovascular, en la piel, en el tejido muscular, en
órganos del sistema respiratorio, entre otros,
donde la GH producida localmente puede actuar como un factor de crecimiento autocrino o
paracrino25. Sin embargo, los mecanismos que
regulan la secreción de GH en estos sitios están
menos estudiados.
Dada la diversidad de órganos blanco
sobre los que actúa, la GH es considerada una
hormona pleiotrópica que participa en la regulación de numerosos procesos vitales en los vertebrados. En primer lugar, la GH es un
regulador endocrino clave que controla diversos aspectos
del crecimiento de los animales y el metabolismo de los nutrientes14. El sitio de acción principal de la
GH es el hígado, donde la unión de dicha hormona a su receptor de membrana desencadena diferentes mecanismos de transducción
intracelular de respuesta, siendo el más relevante el de liberación de IGFs (IGF1 e IGF2). Ambos factores de crecimiento ejercen roles
diferentes. Mientras que IGF1 es considerado un mediador
de las vías de acción clásicas en el crecimiento,
desarrollo y proliferación celular, el IGF2 es importante en la regulación y desarrollo perinatal,
siendo sus concentraciones sistémicas menos
afectadas por la GH17. El IGF1 actúa como un factor de crecimiento sistémico y, a su vez, ejerce un
mecanismo de retroalimentación negativo en el
hipotálamo sobre la secreción de GH. El metabolismo de los animales, principalmente el balance
nutricional y energético, es uno de los reguladores clave de la producción de IGF1 en el hígado44.
Dada la interrelación entre GH e IGF1 (eje GH/
IGF), una desregulación en este sentido podría
generar trastornos del crecimiento.
El eje GH/IGF también cumple un rol
primordial en los bovinos durante la lactancia.
La GH actúa sobre múltiples tejidos, pero los
eventos coordinados en el hígado y el tejido
adiposo son los más importantes en este periodo. Durante el posparto, el incremento de GH
tiene efectos directos e indirectos sobre la lactogénesis. Por un lado, la GH estimula la gluconeogénesis hepática y ejerce una
acción antagónica sobre los efectos de la insulina, proporcionando
la glucosa necesaria para la síntesis de la lactosa en la glándula mamaria. Mientras que, por el
otro, este incremento de GH también antagoniza
los efectos de la insulina en tejido adiposo, promoviendo la lipólisis e inhibiendo la lipogénesis
y captación de glucosa dependiente de insulina.
Así, los componentes del sistema GH/IGF juegan
un papel importante en la transición metabólica posparto en bovinos, favoreciendo una mayor
producción de leche en este periodo. Este contexto hormonal promueve el estado catabólico
que sustenta la alta e inmediata producción de
leche luego del parto50,59.
Actualmente se conoce que la GH también afecta la función reproductiva de los animales. En el caso particular de la hembra, GH tiene
efectos directos e indirectos sobre la función
ovárica, actuando sobre la esteroidogénesis, la
foliculogénesis y la maduración de los ovocitos,
como describiremos más adelante64,51,27,15,28. Los
efectos directos están mediados por la interacción de GH y su receptor (GHR), mientras que los
indirectos probablemente sean una consecuencia de la producción hepática o local de IGF1 en
respuesta a la estimulación por GH. La GH puede estimular la secreción de IGF-1 no solo en el
hígado sino también en los tejidos diana periféricos. Además, el IGF-1 puede secretarse localmente bajo la influencia de estímulos
distintos de la GH. En el caso del ovario, pueden estar implicadas hormonas esteroides, gonadotropinas o
la combinación de ambas. Finalmente, el propio
ovario puede secretar GH localmente y ejercer
una acción paracrina, modulando la vía de señalización intracelular de GH sin la interacción con
el dominio extracelular del GHR de membrana.
Esto es especialmente relevante ya que, contrariamente a la secreción pituitaria, la secreción
ovárica de GH tiene lugar con un patrón regular,
no pulsátil y no circadiano17.
Finalmente, la GH también participa en
la regulación de otros procesos como la actividad física, neuroprotección, inmunidad, osmorregulación e incluso,
comportamiento social69.
Receptor de GH y cascadas de señalización intracelular
Aunque el GHR está presente en la mayoría de los tejidos, las mayores concentraciones
se encuentran en el hígado. Luego le siguen el tejido adiposo, los músculos y los huesos (placa de
crecimiento). En el caso de los tejidos reproductivos, dicho receptor se expresa en bajos niveles.
El gen del GHR presenta tres promotores (P1, P2
y P3) que controlan su transcripción en diferentes tipos de células que responden a GH. A partir
de estos promotores se transcriben tres variantes del receptor, el GHR 1A, 1B y 1C, respectivamente. El GHR 1A se encuentra únicamente
en el hígado de los animales adultos. En tanto, GHR 1B
y GHR 1C, además de estar presentes en hígado,
se localizan en una amplia variedad de tejidos
(incluido el ovárico) y tienen poca regulación
metabólica o del desarrollo47.
A nivel celular, la GH ejerce su acción
mediante la unión a su receptor localizado en
la membrana plasmática de las células de los
distintos tejidos del organismo. La activación
del GHR activa una variedad de genes, mediante sistemas de intermediarios intracelulares
que desencadenan diferentes respuestas biológicas como proliferación celular, diferenciación
y migración, prevención de la apoptosis, reorganización del citoesqueleto y regulación de vías
metabólicas. El GHR es un miembro de la familia de receptores de citoquinas de clase I, la cual
incluye a más de 30 miembros. Entre ellos se
destacan el receptor de prolactina, el de eritropoyetina, el receptor de leptina, el receptor del
factor estimulante de colonias de granulocitos y
macrófagos y los receptores de numerosas interleuquinas13,44. El GHR consta de 638 aminoácidos
y está presente en la membrana celular formando un homodímero. En su estructura proteica se
distinguen un dominio extracelular homólogo
al de los receptores de citoquinas, un dominio
transmembrana de paso único y un dominio intracelular citoplásmico. El dominio intracelular
presenta un motivo Box1 conservado cerca de
la membrana celular, y un motivo Box2 menos
conservado, localizado a continuación. Estos receptores carecen de actividad tirosina quinasa
intrínseca y, por lo tanto, dependen del reclutamiento de proteínas tirosina quinasa para la
transducción de señales70,13.
La vía principal de señalización activada
por GH está mediada por dos familias de proteínas intracelulares: las JAKs (Janus quinasas) y
las STATs (Signal Transducers and Activators of
Transcription), por lo cual se la conoce como la
vía JAK-STAT10,13,44. En los mamíferos, la familia
de las JAKs comprende cuatro miembros, JAK1,
JAK2, JAK3 y TYK2 (Tyrosine Kinase 2), que
pueden unirse a receptores específicos. La mayoría de las JAKs tienen una expresión ubicua
en diferentes tipos celulares, excepto JAK3 que
se encuentra sólo en células hematopoyéticas.
Mientras que JAK1 y JAK2 están involucradas en
diferentes procesos fisiológicos como la hematopoyesis, la inmunidad y el desarrollo y crecimiento, JAK3 y TYK2 participan principalmente
en la homeostasis del sistema inmunológico.
JAK2 es el único miembro de la familia que se
une al GHR70. Un homodímero de GHR preensamblado interactúa con GH a través de dos sitios de unión con
diferentes afinidades por el ligando. La formación del complejo trimérico
produce la rotación del dominio transmembrana del receptor, lo que conduce a la activación
de dos moléculas JAK2s asociadas al motivo
Box1 por transfosforilación (es decir, la fosforilación recíproca entre residuos tirosina)9. A
su vez, las JAK2s activadas fosforilan múltiples
tirosinas en el dominio citoplásmico del GHR,
promoviendo el reclutamiento de las STATs hacia dichos sitios. La familia de proteínas STATs
comprende siete miembros, STAT1–4, 5a, 5b y
6. STATs 1, 3, 5a y 5b son activadas mediante la
fosforilación por JAK2. No obstante, STAT5 es el
factor de transcripción más importante como
mediador en las acciones celulares de GH. Las
STATs no estimuladas se encuentran en el citoplasma y son transcripcionalmente inactivas.
En cambio, luego de la fosforilación, estas proteínas translocan al núcleo donde actúan como
elementos de respuesta específicos, regulando
la transcripción de genes diana13,44.
Una vez que se desencadena, la vía JAKSTAT está regulada de forma negativa principalmente por las proteínas SOCS (Suppressor Of
Cytokine Signaling)21. La familia de las SOCSs
consta de ocho miembros, SOCS 1–7 y CIS, sin
embargo, sólo las SOCS 1–3 y CIS participan de
esta vía, siendo SOCS2 la más relevante. La GH
induce la expresión de SOCS-1, -2, y -3, quienes
luego inhiben mediante retroalimentación negativa su propia acción transcripcional42. Las SOCS
pueden actuar mediante la interacción con GHR
o JAK2 según diferentes mecanismos. Estas proteínas pueden inhibir la actividad quinasa de
JAK, pueden impedir la unión de JAK al receptor,
pueden bloquear el acceso de las STATs al receptor, o pueden mediar la ubiquitinación de JAKs y
STATs para su degradación en los proteosomas43.
Las vías de señalización del GHR también pueden ser suprimidas mediante desfosforilaciones
llevadas a cabo por proteínas tirosina fosfatasas
(PTP) y por la proteína inhibidora de las STATs
activadas (PIAS)21.
Otras cascadas de señalización intracelular activadas por GH son la vía de las MAPKs
(proteínas quinasas activadas por mitógeno)
y la vía PI3K / AKT / mTOR (fosfatidilinositol
3-quinasa / serina-treonina proteína-quinasa /
diana de la rapamicina en los mamíferos)44.
Por otra parte, varios estudios han demostrado que luego de la interacción de GH con
su receptor, el complejo GH-GHR puede disociarse de la membrana plasmática y translocar
al núcleo, induciendo cambios en la actividad
transcripcional40,15. Estos resultados estarían indicando que el GHR estaría actuando como un
factor de transcripción nuclear, aunque también
podría estar ejerciendo otras funciones que aún
se desconocen. Los mecanismos moleculares subyacentes siguen siendo poco claros. Sin embargo,
estos hallazgos contradicen el concepto clásico de que las hormonas proteicas solo actúan sobre
sus receptores en la membrana celular.
Rol de GH en el ovario
La GH tiene múltiples efectos específicos
sobre la fisiología reproductiva tanto del macho
como de la hembra, aunque en esta revisión describiremos exclusivamente estos últimos. A nivel
ovárico, GH ejerce sus acciones más relevantes
sobre la foliculogénesis, la gametogénesis y la
esteroidogénesis64,51,27,15,28. Si bien muchas de estas acciones reflejan la acción endocrina directa
de la GH pituitaria, la GH sintetizada a nivel local
por los tejidos reproductivos puede tener acciones autocrinas / paracrinas.
En el ovario bovino, la GH fue inmunolocalizada en los folículos antrales de >2 mm de
diámetro y esta marcación se vio incrementada
con el crecimiento folicular30. Por el contrario, la
GH no fue detectada en el estroma ovárico ni en
los folículos primordiales, primarios o secundarios. La GH también está presente en el líquido
folicular, donde su concentración no necesariamente se correlaciona con los niveles plasmáticos. Esto sugiere que la síntesis ovárica
de GH podría contribuir de forma significativa a mantener un ambiente hormonal diferencial en el folículo8
. A su vez, dentro de los folículos ováricos,
la GH fue inmunolocalizada principalmente en
células de la granulosa y particularmente en las
células del cumulus y en el ovocito53. Como los
ovocitos y las células de la granulosa son avasculares, es decir que están separados de la circulación sistémica por la lámina basal,
estos hallazgos fueron otro indicio de la producción local de GH. En relación a ello, el ARNm que codifica para
la GH fue detectado en el ovocito y en las células de la granulosa mural que rodean la cavidad
antral, pero no así en las células del cumulus del
complejo cumulus-ovocito (COC)30.
En cambio, existen controversias respecto a la expresión del GHR en los folículos ováricos
bovinos. Se ha reportado que el ARNm que codifica para el GHR y la proteína fueron localizados
principalmente en cuerpo lúteo, mientras que,
en folículos ováricos, los niveles de dicho ARNm
fueron extremadamente bajos y la proteína GHR,
indetectable45. Años más tardes, el ARNm del GHR
fue amplificado a partir de células de la granulosa,
células del cumulus y de ovocitos29. Asimismo, Kölle et al. demostraron la presencia del ARNm y de
la proteína GHR en el ovocito y en las células de
la granulosa38. Estas diferencias pueden explicarse en función de los tipos de folículos analizados
y de la metodología empleada en los diferentes
estudios. Actualmente se conoce que el patrón de
expresión de GHR varía durante la foliculogénesis,
desde estar ausente en los folículos preantrales
hasta presentar altos niveles de expresión en los
folículos antrales pequeños y grandes64. Por lo
tanto, se propone que, en los folículos más pequeños e inmaduros que carecen del receptor, la GH
puede ejercer sus acciones de forma indirecta, posiblemente a través de la producción local de IGF1
inducida por GH. En cambio, los folículos más maduros responden de forma directa al estímulo de
GH a través de su receptor28.
En los últimos años, varios estudios in
vitro e in vivo en bovinos han demostrado la importancia de GH en el desarrollo folicular y la maduración de los
ovocitos3,32,33. En las etapas tempranas de la foliculogénesis, en estadios donde el
desarrollo folicular es independiente de FSH, se
ha demostrado que la GH estimula el crecimiento
y previene la atresia de los folículos pequeños. La
GH probablemente actúa en el reclutamiento de
folículos que precede al crecimiento de una onda
folicular, y parece ser uno de los cofactores necesarios para la supervivencia y el crecimiento
de los mismos4,33. En varios modelos animales se
determinó que la GH juega un papel importante
en el crecimiento y la progresión de los folículos
primordiales17. Ford et al. sugieren que, además
del reservorio de folículos primordiales presentes en el ovario al nacimiento, la tasa de activación de dichos folículos es crucial
para mantener una fertilidad adecuada23. En este contexto, la GH
y otros factores tales como IGF1, la proteína morfogénica del hueso, la hormona anti-mülleriana,
tendrían un rol determinante en la activación de
folículos primordiales para su posterior desarrollo a folículos antrales2,37,71. Un estudio en ratas,
a las cuales se les aplicó radioterapia, demostró
que la administración de GH exógena protegía la
reserva folicular en las etapas iniciales de maduración. Los autores proponen que la GH ejerce
dicho efecto protector mediante el aumento de
la secreción hormonal, el incremento de la proliferación de las células ováricas y la disminución
del estrés oxidativo y la apoptosis52. Por último,
un estudio in vitro demostró que el tratamiento de folículos secundarios bovinos con GH fue capaz de provocar un incremento en el
diámetro folicular, en la formación del antro y en la secreción de E2 por parte de los mismos3.
Por otra parte, en las etapas más avanzadas de la foliculogénesis, las evidencias experimentales sugieren que la GH y/o el IGF1 actúan
sobre el ovario de forma sinérgica con las gonadotropinas (FSH y LH), para estimular la proliferación de las células de la granulosa
y de la teca, además de la diferenciación de las células de la
granulosa a células luteales6,62. En los bovinos,
el tratamiento con GH exógena (rbST, somatotropina bovina recombinante) demostró efectos
significativos sobre el desarrollo folicular. La GH
fue capaz de estimular poblaciones particulares
de folículos de forma selectiva, inhibiendo el
desarrollo del folículo dominante de la primera
onda y estimulando el crecimiento de los subordinados. Esto provocó un inicio anticipado de la
segunda onda folicular durante el ciclo estral de
vaquillonas tratadas con rbST46. Además, Shimizu et al. sugirieron que el aumento en la expresión de
GHR en las células de la granulosa puede ser un punto de inflexión para que los folículos
antrales entren en la fase ovulatoria durante la
maduración folicular final y que, además, puede
sostener la maduración de los folículos preovulatorios en los bovinos63. Esta regulación positiva
del receptor es independiente del aumento concomitante de la producción de estrógenos,
pero puede ser inducida por la FSH.
A medida que la foliculogénesis avanza,
también lo hace la maduración del ovocito, el
cual sufre una serie de eventos nucleares y citoplasmáticos que lo preparan para su posterior
fertilización. En humanos, se ha demostrado
que las concentraciones foliculares de GH están
directamente relacionadas con la calidad de los
ovocitos26. La GH acelera la maduración nuclear
y citoplasmática en los COCs7 y, en los bovinos
esto ocurre independiente de IGF129. Esta acción está mediada por las células del cumulus,
ya que no se evidencia en los ovocitos desnudos.
La GH actúa sobre las células del cumulus para
provocar su expansión, como resultado del incremento de la tasa de proliferación y la disminución de la
apoptosis39,34. También es posible que la GH actúe directamente sobre el ovocito
para inducir su maduración ya que la expresión
del GHR fue demostrada en ovocitos de diferentes especies25. Por último, el efecto benéfico de
la GH sobre la fertilidad de la hembra observado
en estudios in vivo puede reflejar la capacidad
estimulante de la GH sobre la cinética de maduración nuclear del ovocito.
Finalmente, aunque las gonadotropinas son los reguladores primarios de la esteroidogénesis ovárica, las evidencias in vitro
sugieren que la GH también modula la liberación de progesterona y estradiol (E2) en células de
la granulosa bovina67 y células de la granulosa
luteinizadas humanas35. La interacción GH-GHR
en las células de la granulosa puede modular la
acción de la FSH y también inducir la expresión
del receptor de LH (LHR). El LHR es un marcador clave de la diferenciación de las células de la
granulosa a células luteales. Posiblemente, esta
acción también pueda estar influenciada por la
producción de IGF1 (estimulada por GH) dentro del ovario, el cual actúa de manera paracrina
cuando las células de la granulosa proliferan28.
El efecto de la GH sobre la expresión de FSHR y
LHR ha sido demostrado in vitro31 e in vivo58 y
resulta de gran relevancia. Esto significa que la
GH puede modificar o potenciar la sensibilidad
de las células de la granulosa y / o de la teca al
estímulo de las gonadotropinas y, posteriormente, regular la síntesis y liberación de esteroides
sexuales en los folículos, estimulando el crecimiento celular como factores esteroidogénicos
paracrinos / autocrinos28.
Influencia del eje GH/IGF en trastornos ováricos
La EQO y el anestro posparto son importantes
patologías que contribuyen a la baja eficiencia reproductiva de los sistemas lecheros. Los
quistes se desarrollan a partir de folículos preovulatorios que no ovulan, persisten y luego interfieren con la función ovárica
normal68. Esta enfermedad se presenta con mayor frecuencia
en el posparto, lo cual es una expresión evidente de la disfunción endocrina característica de
esta fase delicada de la vida reproductiva de la
vaca55. El estudio de los procesos que conducen
a la falla ovulatoria y la persistencia del folículo dominante resultan clave para comprender la
patogenia de la EQO.
Al inicio de la lactancia se producen cambios
importantes a nivel del eje GH/IGF48. Un incre-mento de la concentración de GH sistémica impulsa el
redireccionamiento de los de nutrientes que se dirigen preferentemente a la producción
de leche20. Por su parte, las concentraciones de
IGF1 en sangre disminuyen en el momento del
parto y se mantienen bajas durante las semanas
siguientes. Esta disminución del IGF1 reduce la
retroalimentación negativa sobre la secreción de
GH favoreciendo su incremento en sangre. Durante este periodo, las vacas lecheras suelen experimentar un BEN ya que no pueden consumir
suficiente alimento para satisfacer la demanda
energética de la producción de leche18. La alta
producción de leche y el BEN durante el posparto temprano son factores que predisponen a
los animales a la EQO. El BEN está acompañado
de diversas adaptaciones hormonales y metabólicas que pueden afectar la función ovárica.
Aunque no existe un consenso, varios estudios
sugieren un vínculo entre la EQO y la magnitud
y/o duración del BEN. Los posibles mecanismos
subyacentes tampoco están claros, pero el BEN
puede favorecer el desarrollo de quistes tanto
a nivel del hipotálamo/pituitaria como del ovario/folículo a través de los cambios hormonales
y metabólicos asociados16,49. Como se mencionó
previamente, a nivel ovárico, el IGF1 promueve
la proliferación, diferenciación y sobrevida de
las células foliculares, así como, además, la esteroidogénesis6,62. En la mayoría de sus funciones,
IGF1 actúa de forma sinérgica con las gonadotropinas. El IGF1 que llega al ovario proviene
de la circulación sistémica, aunque también es
producido de forma local. Las fluctuaciones en
las concentraciones séricas de IGF1 provocan
variaciones en las concentraciones de IGF1 en
el líquido folicular. Estas últimas pueden afectar
la forma en que el folículo crece y responde a
las gonadotropinas ya que IGF1 incrementa el
número de receptores de gonadotropinas y la
actividad de sus sistemas de segundos mensajeros22. Por lo tanto, las concentraciones bajas
de IGF1 sistémico en el posparto temprano podrían contribuir a la anovulación y al desarrollo posterior de folículos
quísticos72. Silva et al. demostraron que las vacas lecheras en anestro
posparto poseen una menor concentración de
IGF1 en sangre que las vacas que reinician la ciclicidad65. Además, en animales con EQO se evidenciaron
alteraciones en la expresión génica de IGF1 en células de la granulosa bovina, con
niveles no detectables en células de la teca60.
También se evidenció una menor expresión proteica de IGF1 en la pared de folículos quísticos
respecto a folículos de animales sanos54. Por
otro lado, se detectaron niveles de IGF1 sérico
similares en animales sanos y enfermos, aunque
las concentraciones de IGF1 en líquido folicular
fueron menores en el último caso72,54. Diversos
estudios proponen que IGF1 no sólo está involucrado en la patogénesis de trastornos ováricos
sino también en el mantenimiento de la EQO en
los bovinos72,57,61.
Por el contrario, la participación directa de la
GH en la patogenia de la EQO y trastornos reproductivos relacionados, ha sido escasamente analizada hasta el momento. Considerando
que GH ejerce acciones dependientes e independientes de gonadotropinas e IGF1 sobre la
función gonadal, es de esperar que dicha hormona tenga un rol significativo en el desarrollo de enfermedades reproductivas. Como se
mencionó previamente, la GH es un mediador
metabólico que participa de los mecanismos
que gobiernan la dinámica folicular, promoviendo el crecimiento folicular, la transición
desde folículo primordial a folículo antral temprano, e incluso el reclutamiento folicular, ya
sea actuando como un factor anti-apoptótico o
mejorando la respuesta folicular a las gonadotropinas. Es decir que, GH actúa como un factor
de crecimiento durante la etapa de maduración
folicular temprana independiente de las gonadotropinas. En este contexto, alteraciones en
las concentraciones de GH, tanto séricas como
locales, podrían explicar el escaso desarrollo folicular en vacas con anestro nutricional,
donde la foliculogénesis es prácticamente nula.
Nuevos estudios destinados a evaluar las concentraciones de GH en vacas lecheras en anestro respecto a vacas con ciclos
estrales normales serían necesarios para establecer una asociación entre estas variables. Por otra parte, también está descripto
que la interacción de GH con su receptor en el ovario induce la esteroidogénesis y regula de forma positiva la expresión de
LHR15. Durante las etapas finales del desarrollo folicular, se produce un incremento
en la expresión de GHR en las células de la granulosa cuando los folículos antrales entran en
la fase ovulatoria, lo que contribuye a la maduración de los folículos preovulatorios63. La ac-tivación
de GHR induce, a través de sus efectos sobre las células de la teca, un aumento en la
producción de esteroides sexuales, principalmente E2, que además de sus acciones a nivel
ovárico, se libera a la circulación ejerciendo un
efecto de retroalimentación positiva sobre el
eje hipotalámico-hipofisario15. Por lo tanto, la
GH tendría un efecto adyuvante sobre la acción
de las gonadotropinas en la esteroidogénesis.
El E2 contribuye al aumento sostenido de los
niveles circulantes de estrógenos que secreta
el folículo preovulatorio, estimulando el centro
cíclico hipotalámico e induciendo la liberación
del pico de LH indispensable para la ovulación.
Teniendo en cuenta estos conceptos, resulta
razonable proponer que alteraciones en los niveles de GH, o en su receptor, podrían afectar el
mecanismo de retroalimentación positiva del
E2, así como la capacidad de respuesta local
de las células foliculares frente a LH. Nuevos
estudios serán necesarios para confirmar estos posibles mecanismos de disfunción ovárica
como responsables de la anovulación y causa
potencial de la persistencia folicular.
CONCLUSIÓN
Además de sus acciones sobre el crecimiento y desarrollo postnatal de los animales, el metabolismo y la utilización y el direccionamiento de los nutrientes en la lactogénesis, la GH es una hormona pleiotrópica que desempeña una serie de acciones endocrinas, autocrinas y paracrinas en numerosos tejidos y órganos. A nivel ovárico, la GH modula la secreción y función de las gonadotropinas y ejerce acciones dependientes e independientes de las mismas sobre la actividad gonadal, incluidas la foliculogénesis, esteroidogénesis y la gametogénesis. Por lo tanto, resulta razonable considerar que una alteración en dichos procesos, regulados en parte por GH, podría repercutir en el ciclo estral normal de las vacas y conducir a importantes desórdenes reproductivos. Numerosos estudios se han enfocado en IGF1 y su participación en la fisiopatología ovárica, aunque poco se conoce al respecto sobre el rol específico de GH. Finalmente, la utilización de rbST está aprobada en numerosos países como herramienta para incrementar la producción lechera. Además, el uso clínico de GH como adyuvante ha demostrado relevancia biológica en el tratamiento de trastornos reproductivos en humanos y en animales, al mejorar la respuesta ovárica a la estimulación con gonadotropinas. No obstante, la utilización de esta hormona para el tratamiento terapéutico de desórdenes reproductivos en vacas lecheras se encuentra escasamente difundido. Considerando sus implicancias en la fisiología ovárica, sería interesante explorar su utilización en el tratamiento de anestros profundos, así como adyuvante en protocolos de sincronización, donde resulta fundamental asegurar la adecuada reactivación de los mecanismos de retroalimentación positiva del E2 sobre el hipotálamo, necesarios para que ocurra la ovulación.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue subsidiado por el programa CAI+D de la Universidad Nacional del Litoral y por el Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (FONCyT) de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT).
1. Adams, G.P.; Jaiswal, R.; Singh, J.; Malhi, P. Progress in
understanding ovarian follicular dynamics in cattle.
Theriogenology. 2008; 69(1): 72–80.
2. Adhikari, D.; Liu, K. Molecular mechanisms underlying
the activation of mammalian primordial follicles. Nat Rev
Endocrinol. 2009; 30(5): 438–64.
3. Araújo, V.R.; Gastal, M.O.; Wischral, A.; Figueiredo, J.R.;
and Gastal, E.L. In vitro development of bovine secondary
follicles in two- and three-dimensional culture systems
Using ascular endothelial growth factor, insulin-like
growth factor-1, and growth hormone. Theriogenology.
2014; 82(9): 1246–53.
4. Bachelot, A.; Monget, P.; Imbert-Bolloré, P; et al. Growth hormone is required for ovarian follicular growth.
Endocrinology. 2002; 143(10): 4104–12.
5. Bauman, D.E.; Currie, W.B. Partitioning of nutrients during pregnancy and lactation: a review of mechanisms involving homeostasis
and homeorhesis. J Dairy Sci. 1980; 63(9): 1514–29.
6. Beg, M.A.; Ginther, O.J. Follicle selection in cattle and horses: role of intrafollicular factors. Reproduction. 2006;
132(3): 365–77.
7. Bevers, M.M.; Izadyar, F. Role of growth hormone and
growth hormone receptor in oocyte maturation. Mol Cell
Endocrinol. 2002; 197(1–2): 173–78.
8. Borromeo, V.; Bramani, S.; Berrini, A.; et al. Growth
hormone but not prolactin concentrations in the fluid
of bovine ovarian cysts are related to the cystic stage of
luteinization. Theriogenology. 1996; 46(3): 481–89.
9. Brooks, A.J.; Dai, W.; M. L. O’Mara, M.L.; et al. Mechanism of
activation of protein kinase jak2 by the growth hormone
receptor. Science. 2014; 344(6185):
10. Carter-Su, C.; Schwartz, J.; Argetsinger, L.A. Growth hormone signaling pathways. Growth Horm IGF Res. 2016;
28(6): 11–15.
11. Cattaneo, L.; Signorini, M.L.; Bertoli, J.; et al. Epidemiological description of cystic ovarian disease in argentine
dairy herds: risk factors and effects on the reproductive performance of lactating cows. Reprod Domest Anim.
2014; 49(6): 1028–33.
12. Ceciliani, F.; Lecchi, C.; Urh, C.; Sauerwein, H. Proteomics
and metabolomics characterizing the pathophysiology of
adaptive reactions to the metabolic challenges during the
transition from late pregnancy to early lactation in dairy
cows. J Proteomics. 2018; 178(3): 92–106.
13 Dehkhoda, F.; Lee, C.M.; Medina, J.; Brooks, A.J. The growth hormone receptor: mechanism of receptor activation,
cell signaling, and physiological aspects. Front Endocrinol. 2018; 9:35.
14. Devesa, J.; Almengló, C.; Devesa, P. Multiple effects of
growth hormone in the body: is it really the hormone
for growth? Clin Med Insights Endocrinol Diabetes. 2016;
9:47-71.
15. Devesa, J.; Caicedo, D. The role of growth hormone on
ovarian functioning and ovarian angiogenesis. Front Endocrinol. 2019; 10: 450.
16. Diskin, M.G.; Mackey, D.R.; Roche, J.R.; Sreenan, J.M. Effects
of nutrition and metabolic status on circulating hormones
and ovarian follicle development in cattle. Anim Reprod Sci.
2003; 78(3–4): 345–70.
17 Dosouto, C.; Calaf, J.; Polo, A.; Haahr, T.; Humaidan, P.
Growth hormone and reproduction: lessons learned from
animal models and clinical trials. Front Endocrinol. 2019;
10:404.
18. Drackley, J.K. Biology of dairy cows during the transition
period: the final frontier? J Dairy Sci. 1999; 82(11): 2259–73.
19. Etherton, T.D.; Bauman, D.E. Biology of somatotropin in
growth and lactation of domestic animals. Physiol Rev.
1998; 78(3): 745–61.
20. Etherton, T.D. Somatotropic function: the somatomedin
hypothesis revisited. J Anim Sci. 2004; 82: 239-244.
21. Flores-Morales, A.; Greenhalgh, C.J.; Norstedt, G.; Rico-Bautista, E. Negative Regulation of growth hormone
receptor signaling. Mol Endocrinol. 2006; 20(2): 241–53.
22. Flores, R.; Looper, M.L.; Rorie, R.W.; Hallford, D.M.; Rosenkrans, C.F. Endocrine factors and ovarian follicles are
influenced by body condition and somatotropin in postpartum beef cows. J Anim Sci. 2008; 86(6): 1335–44.
23. Ford, E.A.; Beckett, E.L.; Roman, S.D.; McLaughlin, E.A;
Sutherland, J.M. Advances in human primordial follicle
activation and premature ovarian insufficiency. Reproduction. 2020; 159(1): 15–29.
24. Gahete, M.D.; Durán-Prado, M.; Luque, R.L.; et al. Understanding the multifactorial control of growth hormone release by
somatotropes. Ann N Y Acad Sci. 2008; 1163(1): 137–53.
25. Harvey, S. Extrapituitary growth hormone. Endocrine.
2010; 38(3): 335–59.
26. Hull, K.L.; Harvey, S. Growth hormone: roles in female
reproduction. J Endocrinol. 2001; 168(1): 1–23.
27. Hull, K.L.; Harvey, S. Growth hormone and reproduction:
a review of endocrine and autocrine/paracrine interactions. Int J Endocrinol. 2014; 2014:234014.
28. Ipsa, E.; Cruzat, V.F.; Kagize, J.N.; Yovich, Y.L.; Keane, K.N.
Growth hormone and insulin-like growth factor action in
reproductive tissues. Front Endocrinol. 2019; 10: 777.
29. Izadyar, F.; Van Tol, H.T.; Colenbrander, B.; Bevers, M.M.
Stimulatory effect of growth hormone on in vitro maturation of bovine oocytes is exerted through cumulus
cells and not mediated by IGF-1. Mol Reprod Dev. 1997;
47(2): 175–80.
30. Izadyar, F.; Zhao, J.; Van Tol, J.T.; Colenbrander, B.; Bevers,
M.M. Messenger RNA expression and protein localization
of growth hormone in bovine ovarian tissue and in cumulus oocyte complexes (cocs) during in vitro maturation.
Mol Reprod Dev. 1999; 53(4): 398–406.
31. Jia, X.C.; Kalmijn, J.; Hsueh, A.J. Growth hormone enhances follicle-stimulating hormone-induced differentiation of cultured
rat granulosa cells. Endocrinology. 1986; 118(4): 1401–9.
32. Jimenez, C.R.; de Azevedo, J.L.; Silveira, R.G.; et al. Effects
of growth hormone on in situ culture of bovine preantral
follicles are dose dependent. Reprod Domest Anim. 2016;
51(4): 575–84.
33. Jimenez, C.R.; de Azevedo, J.L.; Ciro Alexandre Alves T.;
Penitente-Filho J.M.; Gonçalves, W.G. Sequential medium
with GH and IGF-1 improved in vitro development of bovine preantral follicles enclosed in ovarian tissue. Reprod
Domest Anim. 2018; 53(5):1103–13.
34. Kaiser, G.G.; Kölle, S.; Boie, G.; Sinowatz, F.; Palma, G.A.;
Alberio, R.A. In vivo effect of growth hormone on the
expression of connexin-43 in bovine ovarian follicles. Mol
Reprod Dev. 2006; 73 (5): 600–606.
35. Karamouti, M.; Kollia, P.; Kallitsaris, A.; Vamvakopoulos,
N.; Kollios, G.; Messinis, E.I. Growth hormone, insulinlike growth factor 1, and leptin interaction in human
cultured lutein granulosa cells steroidogenesis. Fertil
Steril. 2008; 90(4): 1444–50.
36. Kasuya, E. Secretory pattern and regulatory mechanism of
growth hormone in cattle. Anim Sci J. 2016; 87(2): 178–82.
37. Kim, J.Y. Control of ovarian primordial follicle activation.
Clin Exp Reprod Med. 2012; 39(1): 10–14.
38. Kölle, S.; Sinowatz, F.; Boie, G.; Lincoln, D. Developmental
changes in the expression of the growth hormone
receptor messenger ribonucleic acid and protein in the
bovine ovary. Biol Reprod. 1998; 59 (4): 836–42.
39. Kölle, S.; Stojkovic, M.; Boie, G.; Wolf, E.; Sinowatz, F.
Growth hormone-related effects on apoptosis, mitosis,
and expression of connexin 43 in bovine in vitro
maturation cumulus-oocyte complexes. Biol Reprod.
2003; 68 (5): 1584–89.
40. Lan, H.; Liu, H.; Hong, P.; Li, R.; Zheng, X. Porcine growth
hormone induces the nuclear localization of porcine
growth hormone receptor in vivo. Asian-Australas J Anim
Sci. 2018; 31 (4): 499–504.
41. LeBlanc, S. Monitoring metabolic health of dairy cattle in
the transition period. J Reprod Dev. 2010; 56 (6): 29-35.
42. Leung, K.C.; Doyle, N.; Ballesteros, M.; et al. Estrogen inhibits gh signaling by suppressing GH-induced JAK2 phosphorylation,
an effect mediated by SOCS-2. Proc Natl Acad Sci USA. 2003; 100(3): 1016–21.
43. Linossi, E.M.; Babon, J.J.; Hilton, D.J.; Nicholson, S.E. Suppression of cytokine signaling: the SOCS perspective.
Cytokine Growth Factor Rev. 2013; 24(3): 241–48.
44. Lu, M.; Flanagan, J.U.; Langley, R.I.; Hay, M.P.; Perry, J.P.
Targeting growth hormone function: strategies and therapeutic applications. Signal Transduct Target Ther. 2019;
4:3.
45. Lucy, M.C.; Collier, R.J.; Kitchell, M.L.; Dibner, J.J.; Hauser,
S.D.; Krivi, G.G. Immunohistochemical and nucleic acid
analysis of somatotropin receptor populations in the bovine ovary. Biol Reprod. 1993; 48 (6): 1219–27.
46. Lucy, M.C.; Byatt, J.C.; Curran, T.L.; Curran,D.F.;
Collier, R.J. Placental lactogen and somatotropin:
hormone binding to the corpus luteum and effects
on the growth and functions of the ovary in heifers.
Biol Reprod. 1994; 50(5): 1136–44.
47. Lucy, M.C. Regulation of ovarian follicular growth by somatotropin and insulin-like growth factors in cattle. J
Dairy Sci. 2000; 83(7): 1635–47.
48. Lucy, M.C.; Jiang, H.; Kobayashi, Y. Changes in the somatotrophic axis associated with the initiation of lactation. J
Dairy Sci. 2001; 84(2): 113–19.
49. Lucy, M.C. Mechanisms linking nutrition and reproduction
in postpartum cows. Reprod Suppl. 2003; 61: 415–27.
50. Lucy, M.C. Functional differences in the growth hormone
and insulin-like growth factor axis in cattle and pigs:
implications for post-partum nutrition and reproduction.
Reprod Domest Anim. 2008; 43(2): 31–39.
51. Lucy, M.C. Growth hormone regulation of follicular growth. Reprod Fertil Dev. 2012; 24(1): 19.
52. Mahran, Y.F.; El-Demerdash, E.; Nada, A,S.; El-Naga, R.N.;
Ali, A.A; Abdel-Naim, A.B. Growth hormone ameliorates
the radiotherapy-induced ovarian follicular loss in rats:
impact on oxidative stress, apoptosis and IGF-1/IGF-1R
axis. PLoS One. 2015; 10(10): 0140055.
53. Modina, S.; Borromeo, V.; Luciano, A.M.; Lodde, V.;
Franciosi, F.; Secchi, C. Relationship between growth
hormone concentrations in bovine oocytes and
follicular fluid and oocyte developmental competence.
Eur J Histochem. 2007; 51(3): 173–80.
54. Ortega, H.H., Palomar, M.P.; Acosta, J.C.; et al. Insulin-like
growth factor 1 in sera, ovarian follicles and follicular fluid
of cows with spontaneous or induced cystic ovarian disease.
Res Vet Sci. 2008; 84(3): 419–27.
55. Ortega, H-H.; Marelli, B.E.; Rey, F.; et al. Molecular aspects of
bovine cystic ovarian disease pathogenesis. Reproduction.
2015; 149(6): 251-64.
56. Pascottini, O.B.; Leroy, J.L.; Opsomer, G. Metabolic stress
in the transition period of dairy cows: focusing on the
prepartum period. Animals. 2020; 1(8): 1419.
57. Probo, M.;, Comin, A.; Mollo, A.; Cairoli, F.; Stradaioli, G.;
Veronesi, M.C. Reproductive performance of dairy cows
with luteal or follicular ovarian cysts after treatment with
buserelin. Anim Reprod Sci. 2011; 127(3–4): 135–39.
58. Regan, S.L.; Knight, P.G.; Yovich, J.L.; Arfuso, F.;
Dharmarajan, A. Growth hormone during in vitro
fertilization in older women modulates the density of
receptors in granulosa cells, with improved pregnancy
outcomes. Fertil Steril. 2018; 110(7): 1298–1310.
59. Rhoads, M.L.; Meyer, J.P.; Kolath, S.J.; Lamberson, W.R.;
Lucy, M.C. Growth Hormone receptor, insulin-like growth factor (igf)-1, and igf-binding protein-2 expression in
the reproductive tissues of early postpartum dairy cows.
J Dairy Sci. 2008; 91 (5): 1802–13.
60. Rodríguez, F.M.; Salvetti, N.R.; Colombero, N.; et al. Interaction between IGF1 and IGFBPs in bovine cystic ovarian
disease. Anim Reprod Sci. 2013; 140 (1–2): 14–25.
61. Rodríguez, F.M.; Gareis, N.C.; Hein, G.J.; et al. Role of
components of the insulin-like growth factor system in
the early stages of ovarian follicular persistence in cattle.
J Comp Pathol. 2017; 157(2–3): 201–14.
62. Scaramuzzi, R.J.; Campbell, B.K.; Downing, J.A.; et al. A Review
of the effects of supplementary nutrition in the ewe on the
concentrations of reproductive and metabolic hormones
and the mechanisms that regulate folliculogenesis and
ovulation rate. Reprod Nutr Dev. 2006; 46 (4): 339–54.
63. Shimizu, T.; Murayama, C.; Sudo, N.; Kawashima, C.;
Tetsuka, M.; Miyamoto, A. Involvement of insulin and
growth hormone (GH) during follicular development
in the bovine ovary. Anim Reprod Sci. 2008; 106(1–2):
143–52.
64. Silva, J.R.; Figueiredo, J.R.; van den Hurk, R. Involvement
of growth hormone (GH) and insulin-like growth factor
(IGF) system in ovarian folliculogenesis. Theriogenology.
2009; 71 (8): 1193–1208.
65. Silva, P.R.; Weber, W.J. Crooker, B.A.; Collier, R.J.;
Thatcher, W.W.; Chebel, R.C. Hepatic MRNA expression
for genes related to somatotropic axis, glucose and
lipid metabolisms, and inflammatory response of
periparturient dairy cows treated with recombinant
bovine somatotropin. J Dairy Sci. 2017; 100(5): 3983–99.
66. Silvia, W.J.; Hatler, T.B.; Nugent, A.M.; Laranja da Fonseca,
F.M. Ovarian follicular cysts in dairy cows: an abnormality in folliculogenesis. Domest Anim Endocrinol. 2002;
23(1–2): 167–77.
67. Sirotkin, A.V.; Makarevich, A.V.; Hetényi, L. Effect of growth hormone and inhibitors of protein kinase a on IGF-I,
oxytocin and progesterone release by cultured bovine
granulosa cells. Ann Endocrinol. 2000; 61(2): 154–58.
68. Vanholder, T.; Leroy, J.L.; Van Soom, A.; et al. Effect of
non-esterified fatty acids on bovine granulosa cell steroidogenesis and proliferation in vitro. Anim Reprod Sci.
2005; 87(1–2): 33–44.
69. Vélez, E.J.; Unniappan, S. A comparative update on
the neuroendocrine regulation of growth hormone in
vertebrates. Front Endocrinol. 2021; 11: 614981.
70. Waters, M.J.; Brooks, A.J. JAK2 activation by growth
hormone and other cytokines. Biochem J. 2015; 466 (1):
1–11.
71. Zhang, H.; Liu, K. Cellular and molecular regulation of the
activation of mammalian primordial follicles: somatic
cells initiate follicle activation in adulthood. Hum Reprod
Update. 2015; 21 (6): 779–86.
72. Zulu, V.C.;, Sawamukai, Y.; Nakada, K.; Kida, K.; Moriyoshi,
M. Relationship among insulin-like growth factor-1,
blood metabolites and postpartum ovarian function in
dairy cows. J Vet Med Sci. 2002; 64 (10): 879–85.