REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Elementos traza de importancia nutricional y toxicológica: biotransferencia desde matrices ambientales a alimentos de origen animal

Arellano, F.; Rodriguez, MS; Alvarez-gonçalvez, C; Fernandez Cirelli, A. & Pérez Carrera, A.

Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Veterinarias. Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (CETA), Buenos Aires, Argentina. Universidad de Buenos Aires – CONICET. Facultad de Ciencias Veterinarias. Instituto de Investigaciones en Producción Animal (UBA-CONICET), Buenos Aires, Argentina.

Recibido: 26/10/2021
Aceptado: 08/04/2022

Correspondencia e-mail: Alejo Pérez Carrera alpc@fvet.uba.ar


Resumen

En Argentina, existen diferentes regiones de producción animal, donde la calidad de agua y suelo es afectada por la presencia de elementos traza de origen natural y/o antrópico, que pueden ser transferidos a los alimentos derivados de la actividad ganadera. La presencia de estos elementos puede ocasionar un impacto negativo en la producción y la sanidad animal e implicar un riesgo para la salud humana. El análisis de la biotransferencia (BTF), bioacumulación y la determinación de riesgos de exposición son herramientas analíticas que permiten estimar el posible impacto de los elementos traza sobre la calidad de los alimentos y el riesgo en la salud del consumidor. Nuestro grupo de trabajo, integrado por investigadores/as del Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (CETA, UBA) y del Instituto de Investigaciones en Producción Animal (INPA, CONICET-UBA), ha desarrollado diferentes líneas de investigación, orientadas a estudiar la presencia de elementos traza de importancia nutricional (Cu, Fe, Mn, otros) y toxicológica (As, Cr, Pb, otros) en agua de bebida animal, forraje y suelo, destinados al uso agropecuario; y la biotransferencia de los mismos a alimentos de origen animal, entre los que puede mencionarse la carne, la leche y los derivados lácteos. Nuestros trabajos de investigación han hecho hincapié principalmente en el As, por las elevadas concentraciones en agua subterránea que han sido registradas en extensas áreas de producción agropecuaria de nuestro país. En este marco, el principal objetivo de este trabajo es realizar un análisis de los principales resultados de las líneas de investigación iniciadas en 2002, vinculadas con el estudio del contenido de dichos elementos en matrices ambientales (agua, suelo y forrajes) y alimentos de origen animal, la biotransferencia de los mismos en la cadena de producción pecuaria y el posible riesgo para los consumidores.

Palabras clave: arsénico, elementos traza, biotransferencia, alimentos, calidad de agua

Trace elements of nutritional and toxicological importance: biotransference from the environment to food of animal origin

Summary

In Argentina, animal production takes place in several regions where water and soil quality are affected by the occurrence of trace elements both of natural or anthopogenic origin, which may be transferred to the food chain. Their presence may have a negative impact in both animal production and health and may be a risk to human health. Biotransference analysis (BTF), bioaccumulation and exposition risk determination are analytical tools that enable the estimation of the possible impact of trace elements on food quality and health risk for consumers. In Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua (CETA, UBA) and Instituto de Investigaciones en Producción Animal (INPA, CONICET-UBA), our research team has studied the occurrence of trace elements of nutritional significance (i.e. Cu, Fe, Mn) as well as toxicological relevant (i.e, As, Cr, Pb) in animal drinking water, forage and soil and their biotransference to animal food, such as meat, milk and derivatives. Our investigations focus on As, because of the high concentrations registered in groundwater in areas destinated to animal production. The aim of the present review is to analyse the main results obtained sence 2002 on the occurrence of specific trace elements in the environment (water, food, forage) and animal food, and their biotransference to human food with possible risk for consumers.

Key words: arsenic, trace elements, biotransference, food, water quality


INTRODUCCIÓN

En las últimas décadas, el proceso de agriculturización que se ha producido en Argentina se ha caracterizado principalmente por la intensificación de los sistemas ganaderos en algunas regiones y la marginalización de la ganadería en otras, el incremento en superficie destinada a cultivos, el avance de la soja y de la tecnología, sumado al crecimiento de la población, la creciente demanda de alimentos y la falta de contemplación de externalidades en cuanto a aspectos ambientales. Estos hechos, principalmente por el corrimiento de la frontera agropecuaria a tierras menos favorables para la producción, han aumentado el riesgo de deterioro de los suelos y de la calidad del agua utilizada para bebida animal. Muchas de esas fuentes de agua han sido y son utilizadas con este fin; sin embargo en varias ocasiones su aptitud se ve afectada por la presencia excesiva de sales disueltas y/o por concentraciones elevadas de elementos como arsénico (As), vanadio (V), boro (B) y flúor (F), perjudiciales para la salud del ganado 8,15,36,71,72,97,.
En la actualidad, el aumento en la demanda y el consumo de productos agropecuarios se produce en el marco de requerimientos de estándares de calidad cada vez más estrictos. La caracterización composicional y la cuantificación de micronutrientes y microcontaminantes son esenciales para brindar información acerca de la calidad nutricional e inocuidad en los alimentos a los consumidores, sobre esta temática existe información publicada a nivel internacional31,34,48. Sin embargo, en Latinoamérica, los estudios son más escasos. Por otra parte, existe información en la literatura enfocada en la influencia de la alimentación de los animales sobre la composición de la leche y productos derivados 2,22,25.
En las últimas décadas, determinar de la presencia de elementos trazas, tales como el arsénico (As), cromo (Cr), manganeso (Mn), niquel (Ni), y/o plomo (Pb), en matrices ambientales y alimentos derivados de origen animal, ha sido foco de estudio en varios países desde el punto de vista de la trazabilidad desde el agua o alimento a derivados cárnicos o lácteos1,14,23,31,42,89. Además, en algunos casos, se ha realizado el análisis sobre el riesgo de exposición a través de la ingesta por parte de los consumidores.
A continuación se detallan algunos efectos posibles debido a la presencia de distintos elementos traza, teniendo en cuenta que a corto o largo plazo, pueden afectar de distintas formas a la salud del ganado y, por lo tanto, verse reflejado en los niveles productivos. La presencia de Pb en agua o alimento puede afectar el desarrollo de los animales e incluso generar abortos encabras cuando la concentración ingerida es alta. En cuanto a la exposición prolongada a As y/o Cr, puede generar problemas en la piel, problemas circulatorios, aumento de riesgo de aparición de neoplasias y daños en distintos tejidos u órganos. En el caso del Cu, si bien es considerado un micronutriente entre los 0,1 y 1 ppm en el agua, cuando su concentración excede los valores umbrales, además de generar gusto y olor desagradable en el agua, llevando a una menor ingesta de la misma y puede causar daños en el hígado y riñones. Por otra parte, elevadas concentraciones de Fe y Mn pueden generar una reducción en la ingesta del agua por parte del animal debido al sabor metálico, además, ambos elementos interfieren en la absorción de Zn y Mo por ser elementos antagónicos, pudiendo generar fallas en el organismo por una deficiencia metabólica 11.
En nuestro equipo de trabajo, se han desarrollado diferentes líneas de investigación asociadas al estudio de la presencia de elementos traza de importancia nutricional y toxicológica en agua utilizada para bebida del ganado y su biotransferencia a alimentos de origen animal. Se ha puesto especial énfasis en el As teniendo en cuenta su presencia en concentraciones elevadas en agua subterránea en diferentes regiones de importancia agropecuaria en Argentina, el impacto sobre la seguridad alimentaria y el riesgo para la salud que supone la exposición a este elemento 11,13,49,67,71,75 . La cuantificación de los elementos analizados en las muestras de agua de bebida, suelo y alimentos se realizó por espectrofotometría atómica por plasma de acoplamiento inductivo (ICPOES), según las recomendaciones de la US-EPA (200.7)94. El equipo utilizado fue un espectrómetro PERKIN ELMER Optima 2000 DV. En el caso de las muestras de leche en polvo y fórmulas comerciales infantiles, la determinación de elementos traza se realizó por espectrofotometría de masas por plasma de acoplamiento inductivo (ICP-MS). Los análisis químicos en las muestras de agua fueron realizados según técnicas empleadas habitualmente y descriptas en APHA10 y Rodier81 .Las metodologías analíticas utilizadas en suelos figuran en manuales de instituciones tales como el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos94, la bibliografía internacional30,90 y los manuales habitualmente utilizados en la República Argentina33.

Elementos traza en agua de bebida animal

En el caso particular de la producción animal, el agua ocupa un lugar destacado pues debe asegurarse una provisión adecuada en cantidad y calidad para cubrir los requerimientos de cada especie animal y los servicios de agua asociados, vinculados, por ejemplo, con la utilizada para la limpieza de los animales e instalaciones, enfriado de la leche y otros procesos que requieren cantidades significativas de agua.
Esta provisión de agua en cantidad suficiente y de buena calidad es fundamental para todos los sistemas productivos, ya que garantiza cubrir los requerimientos nutricionales y sanitarios de las diferentes especies, el rendimiento productivo e incide sobre la calidad de los productos obtenidos.
Existen guías de calidad de agua de bebida animal que recomiendan los valores máximos de determinados componentes químicos presentes en el agua, entre las que pueden mencionarse aquellas de la USEPA95, y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)37. A nivel nacional, la Ley de Residuos Peligrosos (Ley 24.051)54 indica las concentraciones máximas de algunos compuestos orgánicos e inorgánicos que pueden estar presentes en el agua para consumo animal, pero esta ley contempla únicamente aquellos compuestos que son considerados como peligrosos, dejando de lado determinados parámetros físico-químicos (por ejemplo: cloruros, conductividad eléctrica, pH, dureza) y compuestos que si bien no son peligrosos, pueden influir negativamente en la calidad del agua de bebida y representar un riesgo para la salud de los animales afectando así la producción. Por otro lado, esta ley no contempla especie, raza ni sistema productivo. Por otro lado, la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación establece valores máximos recomendados de algunos compuestos inorgánicos en agua de bebida animal teniendo en cuenta la especie animal, tipo de producción y ocurrencia real o potencial del contaminante en el territorio nacional, analizando la información toxicológica disponible91. Algunos autores como Sager86,87 recomiendan niveles máximos y mínimos de otros parámetros importantes al momento de evaluar la aptitud del agua para bebida animal, entre los que se encuentran el pH, sólidos totales disueltos (STD), dureza total, dureza de calcio (Ca) y de magnesio (Mg), sulfatos y nitratos, entre otros. Por otro lado, Bavera et al16 propone una clasificación cualitativa del agua de bebida para bovinos en función de su composición: muy buena, buena, aceptable, deficiente o mala según la concentración de determinados elementos o sales (sulfato, nitrato, cloruro de sodio, sólidos totales y As) presentes en el agua.
En la llanura Chaco Pampeana, tanto nuestro equipo de trabajo como otros autores, han realizado estudios para determinar la calidad del agua de bebida animal para la producción de especies animales tradicionales en cuanto a la composición físico-química38,68,69,84, y a la determinación de elementos traza inorgánicos21,35,36,74,75. Pese a esto, la información respecto a la composición del agua de bebida animal en diferentes regiones de la llanura Pampeana sigue siendo escasa. Por otro lado, hay muchas zonas de producción animal para las cuales no hay información disponible sobre la calidad del agua utilizada. En las zonas estudiadas por nuestro grupo de investigación (sudeste de Córdoba y noroeste de Buenos Aires), los resultados obtenidos evidencian que la calidad del agua de los establecimientos de producción analizados presenta diferencias significativas, aún dentro de una misma zona (Tablas 1 y 2). La determinación de los parámetros físico-químicos se realizaron según las técnicas descriptas por APHA10.


Tabla 1: Caracterización físico-química en agua de bebida animal 38,67,68,69,70,71,72





En las muestras analizadas, los principales parámetros que presentaron mayor variabilidad y diferencias estadísticamente significativas entre provincias fueron CE y concentración de Ca, V, Mg y en menor medida de As, presentando los valores más elevados en los establecimientos del sudeste de Córdoba, a excepción del Mg cuyos niveles más altos se encontraron en los establecimientos relevados de la provincia de Buenos Aires. En cuanto al Mo, se observaron niveles mayores en las muestras provenientes del sudeste de Córdoba.


Tabla 2: Rango de concentración y media +/- DS de elementos traza de importancia nutricional y toxicológica en agua de bebida animal 21,35,36,54,67,68,69,70,71,72,84





Entre los resultados más importantes desde el punto de vista del posible impacto productivo se destacan los niveles de salinidad del agua. Los resultados mostraron que el 47% de las muestras analizadas presentaban niveles de salinidad por debajo 1500 mg/L, límite inferior recomendado para bebida de bovinos87. Los niveles de As encontrados fueron significativamente diferentes en las dos áreas de estudio, encontrando los niveles más elevados en el sudeste de Córdoba (Tabla 2). En las muestras analizadas se observó una correlación positiva de los niveles de As-F y As-V posiblemente debido al origen común de estos elementos. La CE también se encontró correlacionada con los niveles de As en agua.
En la misma zona de estudio, se determinó que las muestras de agua pertenecientes al sudeste de la provincia de Córdoba presentaron diferencias significativas en STD, porcentaje de NaCl y conductividad, siendo mayores los valores que los determinados en las muestras provenientes de la provincia de Buenos Aires. Sólo un 30 % de las muestras provenientes del sudeste de Córdoba se encontraron dentro de un rango de uso aceptable para el ganado, mientras que el 73 % de las muestras provenientes de establecimientos ubicados en el noroeste de Buenos Aires entraban en ese rango. En cambio, la dureza total y de Mg, las concentraciones de Mg, de cloruros (Cl- ) y de fosfatos (PO4 3-) fueron significativamente mayores en las muestras provenientes de Buenos Aires. Del total de muestras analizadas, el 43 % corresponden a aguas muy duras y salobres. El 86 % de estas muestras pertenecen a la capa freática. Sólo el 19 % de las muestras provenientes del noroeste de la provincia de Buenos Aires entran dentro del rango de blandas o moderadamente duras. En el caso de los Cl- , se observó una correlación negativa respecto del porcentaje de NaCl, siendo mayor la concentración de Cl- en las muestras provenientes de la provincia de Buenos Aires, pero menor el % de NaCl, respecto de los establecimientos relevados en el sudeste de Córdoba. En ningún caso se observaron niveles superiores a los sugeridos para agua de consumo de bovinos. Los niveles de As encontrados en las muestras de agua de los establecimientos estudiados se encontraron entre valores por debajo del límite de detección (LD = 10 µg/L) y 2079 µg/L. El 34 % de las muestras presentaron niveles de As inferiores a los recomendados por el Código Alimentario Argentino (CAA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) para agua potable de consumo humano (10 µg/L). En cuanto a las recomendaciones para bebida animal, sólo 7,3 % superó los valores recomendados a nivel internacional (NRC64, 200 µg/L). Sólo una de las muestras, proveniente de la localidad de Bell Ville (Córdoba), superó los niveles recomendados a nivel nacional para agua de bebida animal de 500 µg/L54. En trabajos previos se observaron, en el sudeste de la provincia de Córdoba, valores muy por encima de los recomendados a nivel nacional con niveles entre 61 y 4550 µg/L, en muestras de agua provenientes de la capa freática y entre <LD y 189 µg/L en muestras provenientes de pozos semisurgentes70,71. Los valores son similares a los reportados por nuestro equipo de trabajo67,68,69,70,71,72,84 y por otros autores para la zona 36,41,45,66. Además, se detectó la presencia de V en concentraciones altamente variables, encontrándose valores menores a 8µg/L (LD) hasta 442 µg/L. En sudeste de Córdoba se encontraron los mayores niveles de V, alcanzando una mediana de 41 µg/L, mientras que en las muestras provenientes de los establecimientos de la provincia de Buenos Aires la mediana fue de 10 µg/L. Las concentraciones de este elemento se corresponden con los valores informados previamente por Pérez Carrera et al74 para la zona del sudeste de Córdoba. Con respecto al F, se detectó su presencia en concentraciones que se encontraban entre 0,22 mg/L y 3,42 mg/L, con una media de 1,08 mg/L. No se encontraron diferencias significativas (H=0,13; p=0,7235) entre los niveles encontrados en los establecimientos relevados en ambas zonas de estudio. Las concentraciones de este elemento presentaron una gran variabilidad y se corresponden con los valores informados previamente por otros autores35,72. En el 33,3 % de las muestras los niveles de F fueron superiores a los recomendados a nivel nacional (<1 mg/L), superando el 20,5 % los niveles recomendados nacionales e internacionalmente para agua de bebida animal (<1mg/L). Las concentraciones de Mo en las muestras de agua analizadas fueron muy variables encontrándose niveles por debajo del límite de detección (LD=10 µg/L) hasta 634 µg/L, con una media de 42,3 µg/L para las muestras provenientes de la provincia de Córdoba y una media de 21,7 µg/L para las muestras provenientes de la provincia de Buenos Aires. En general, los niveles encontrados se corresponden con los valores informados previamente para la región Chaco-Pampeana5,70.

Elementos traza en suelo

El suelo es reconocido como un recurso esencial para el desarrollo de las actividades agropecuarias, desempeñando valiosas funciones ecosistémicas y cumpliendo un rol fundamental en la seguridad alimentaria38.
En Argentina, una de las limitantes del desarrollo de la actividad ganadera está vinculada con la calidad del suelo para la implantación de forrajes, ya que las variaciones en sus características impactan en la calidad de los mismos. En la actualidad los forrajes siguen manteniendo su importancia trascendental para el desarrollo humano ya que constituyen, para los productores, la fuente más económica de alimentación para el ganado, por eso los impactos sobre ellos se traducen en consecuencias sobre la salud y producción animal72. A pesar de la importancia económica de las especies forrajeras, los efectos del As y otros elementos traza asociados no han sido estudiados en profundidad en las especies más utilizadas como alimento para el ganado.
Con respecto a los suelos de las zonas estudiadas (Tabla 3), todos los parámetros físicoquímicos analizados se encontraron dentro de los límites establecidos por la Ley 24.05154 para uso agrícola, por lo que, desde este punto de vista, presentan una buena aptitud para la implantación de forrajes. Con respecto a los elementos traza, el As se encontró por debajo del límite de detección de la técnica utilizada (3 mg/kg), pero sí se detectó presencia de otros elementos traza asociados al As, como Mo y V en la mayoría de las muestras, sin embargo, en ninguna de ellas se superaron los valores recomendados por la Ley 24.05154 (Tabla 3).


Tabla 3: Caracterización fisico-química y contenido de elementos traza en muestras de suelo agropecuario53, 67, 68, 69,70, 71.





Elementos traza en especies forrajeras

La exposición de las plantas a diferentes metales traza, suele causar diferentes alteraciones en su fisiología dependiendo de numerosos factores tales como el elemento en cuestión, las interacciones con otros elementos y el tipo de suelo, la especie vegetal y el grado de exposición19, 20, 59,74, 82, 84. Hay evidencia de que el As presente en las matrices ambientales se biotransfiere a los vegetales. Algunas plantas pueden acumular elementos dentro y fuera de sus tejidos, de manera que pueden transferirse a los animales y al ser humano 19,20,59,69,70,72,82. Las plantas a su vez, pueden acumularlos o metabolizarlos cambiando las propiedades químicas y toxicológicas de los compuestos que absorbieron19, 52 .
Teniendo en cuenta el tipo de dieta de cada especie pecuaria y los niveles de elementos traza presentes, se puede estimar la exposición tanto a elementos traza de importancia nutricional, como lo son el Fe, el Mn, el Cu o el Zn como aquellos de importancia toxicológica como el As, el Cr o el Pb, entre otros. Para conocer el contenido de dichos elementos en los distintos tipos de alimentos destinados al consumo del ganado, se analizaron agrupándolos según el contenido de agua en los mismos, para esto se pesó 1g de cada alimento antes y después de llevarlo a estufa (a sequedad) para determinar el porcentaje de humedad. Teniendo en cuenta esto se los clasificó de la siguiente manera: alimentos de alto contenido hídrico (forraje/pastura fresca, hidroponías), contenido hídrico medio (ensilados y fardos) y bajo contenido hídrico (pellet, granos de maíz, de algodón, otros), según lo descrito por otros autores40, 50. Se observó que el 7,1 % de las muestras superaron niveles de toxicidad descritos para Cu, Fe, Mn, Mo y Zn, siendo mayoritariamente los alimentos de alto y medio contenido hídrico los que exceden los límites máximos sugeridos por el NRC64.
En relación a los elementos traza de importancia toxicológica, se observó que los valores medios y medianos se encontraban dentro de los rangos descritos por otros autores (Tabla 4). Sin embargo, las concentraciones de Pb, Cr y As superaron dichos rangos (aproximadamente un 6,5 % de las muestras), principalmente en los alimentos de contenido hídrico medio como son los ensilados de sorgo, maíz o trigo, fardos y similares.
En trabajos previos realizados en nuestro laboratorio se determinaron niveles de As en alfalfa proveniente de establecimientos del sudeste de la provincia de Córdoba, que estuvieron entre 0,07 y 1,5 mg/kg68,69,70 .Los valores de As determinados en forraje son similares a los descritos previamente por otros autores 53,60,85,97, 98.


Tabla 4: Rangos de concentración de elementos traza determinados en μg/g de MS según el grupo de alimento determinado por el grado de humedad. Grupo A: menor porcentaje de humedad (8,6 a 21,3%), Grupo B: humedad intermedia (21,5 a 63,6%) y Grupo C: mayor humedad (65,3 a 90,6%) 42, 47,5 3, 60, 64, 67, 68, 69,70, 85, 97,98





Elementos traza en alimentos de origen animal

Los alimentos de origen animal, como carne y leche o derivados lácteos, constituyen una parte fundamental de la alimentación humana, siendo una fuente importante de nutrientes y minerales. Sin embargo, en algunos casos, puede producirse la acumulación de determinados contaminantes, lo que implicaría diversos riesgos para la salud humana y animal. Los contaminantes presentes en los alimentos pueden ser de naturaleza biológica, (por ej. por el manejo inadecuado de los productos), o química (por ej. por el uso incorrecto de medicamentos veterinarios o plaguicidas, o contaminación ambiental con contaminantes orgánicos o elementos traza inorgánicos).
Cabe destacar que en los establecimientos de producción lechera, los animales permanecen un tiempo prolongado en el sistema productivo. Este hecho permite estudiar el efecto crónico de la exposición a elementos traza a través de la dieta, sus consecuencias para el organismo animal y la biotransferencia a la leche y derivados lácteos.

Estudio de elementos traza en leche cruda y derivados lácteos

Los elementos traza ingresan al organismo animal principalmente a través de la dieta (alimento, suplementos o el agua de bebida) y pueden acumularse en los tejidos o por transferencia pueden llegar a la leche 12,75,76. En algunos casos, como el Cu, Fe y Zn, son componentes presentes habitualmente en la leche, sin embargo la información es escasa respecto de sus concentraciones o cómo varían según el tipo de ganado o la dieta 32,58.


Tabla 5: Rango de concentración de elementos traza inorgánicos tóxicos y nutricionales. MR: material de referencia 8435. Referencias Rangos descritos por otros autores en leche cruda para las distintas especies pecuarias 7, 11, 12, 17, 28, 34, 51,61,80,92.





También puede ocurrir que algunos elementos traza lleguen al producto final por el manejo inadecuado de la materia prima en la cadena de producción o comercial 28, 78.
Teniendo en cuenta esta información, se realizó una caracterización de la composición de elementos traza de importancia nutricional (Cu, Fe, Mn, Zn, otros) y/o toxicológica (As, Cr, Pb, V, otros) en leche cruda de origen ovino, bovino y caprino. Las muestras fueron digeridas y llevadas a sequedad. Posteriormente, se llevaron a horno mufla hasta la aparición de cenizas blancas y luego llevadas a un 10 % con HNO3 y las determinaciones se realizaron a través de ICP-OES, como se indicó anteriormente94. Además, se realizó un estudio comparativo, con publicaciones previas de otros autores a nivel mundial con los resultados obtenidos en nuestro laboratorio (Tabla 5).
De acuerdo con los resultados obtenidos en nuestros estudios, y comparando con los valores determinados en leche cruda, se observó que los rangos de concentración obtenidos fueron mayores, para la mayoría de los elementos analizados a excepción del Fe, Pb y Zn, que los descritos por otros autores (Tabla 5). Además, se observaron diferencias significativas (p< 0,05) entre el contenido de elementos traza de importancia nutricional (Cu, Fe, Mo y Zn) determinados entre las muestras de leche de las distintas especies pecuarias estudiadas (Tabla 6), siendo el contenido de Cu similar en leche ovina y bovina y el contenido de Fe, Mo y Zn similar en leche caprina y bovina. Por otra parte, se obtuvieron valores de As y Pb por encima de los LMR (límites máximos tolerables) de 20 ng/g para estos elementos.
En la Tabla 6 se comparan los rangos de concentración de elementos traza determinados en leche cruda, comercial (fluida y leche en polvo) y quesos. Comparando los valores medianos de concentración obtenidos entre leche cruda y leche comercial, la primera presentó concentraciones significativamente mayores (p< 0,05) en todos los elementos analizados; las muestras de leche comercial presentaron menos de un 10 % del contenido descrito en leche cruda según el tipo de elemento, a excepción del As que se encontró por debajo del LD en leche cruda mientras que en leche comercial fue de 26,7±4,2 ng/g, siendo dicho valor mayor al LMR de 20 ng/g sugerido por el Reglamento Técnico del Mercosur (decreto N°14, 2013). Por otro lado, las concentraciones medias de Cu, Fe, Cr, Pb y V fueron significativamente mayores en las muestras de leche cruda que en las de queso, siendo menor al 10 % de las concentraciones determinadas en la leche cruda. En cuanto a las concentraciones medias de Mn, Mo, Zn y As, se observó una tendencia a mayores concentraciones en las muestras de queso que en las de leche cruda, siendo el queso de oveja el que presentó una media mayor para Mn y Mo principalmente. Por otro lado, según el análisis de Kruskal Wallis se observó que los valores medios de As, Cr, Cu, Mn, Mo, Pb y V presentaron diferencias significativas, siendo las concentraciones medias de Cr, Mn, Mo y Pb mayores en quesos que en leche comercial (Tabla 6). Las concentraciones medias de As, Cu y V fueron significativamente mayores en leche comercial (fluida y en polvo) que en las muestras de queso. Por otra parte, en comparación con los niveles informados por diferentes autores, los valores determinados en nuestros estudios se encontraron dentro de los rangos descritos en la literatura 28,79,86,87,88,99 , tanto para leches comerciales, como quesos de las distintas especies pecuarias estudiadas (Tabla 6).
Por otro lado, se analizó el contenido de elementos traza en muestras de leche en polvo y fórmulas infantiles de marcas comerciales, las mismas representaron un alto porcentaje (aprox. 70 %) de las marcas que el mercado ofrece al público en Argentina13. Las muestras se digirieron por vía húmeda, utilizando un horno microondas y las determinaciones de los elementos traza se realizaron por ICP-MS como se mencionó anteriormente94.


Tabla 6: Rangos de valores mínimos y máximos de ET determinados en leche cruda y derivados lácteos4,27,31,32, 42, 51, 55, 58, 71,72,77,65, 78





Se observó una alta variabilidad en las concentraciones determinadas y se encontraron diferencias significativas en el contenido de aquellos elementos traza de importancia nutricional únicamente. Las concentraciones de Cu y Fe fueron mayores en las muestras de fórmula infantil, la de Mo mayor en las de leche en polvo descremada y entera, la de B solo en leche en polvo descremada. Las concentraciones de Mn y Zn fueron significativamente mayores en las muestras de fórmula infantil y leche en polvo descremada. En general, el rango obtenido para los elementos traza determinados se encontró entre los valores descriptos por otros autores28,86,87,88,99. Por otro lado, las concentraciones de As y Mo determinadas en todas las muestras de leche en polvo y de V en leche en polvo descremada fueron mayores a las informadas por Nardi63. Caso contrario fue lo observado para las concentraciones medias de Cr y Pb en todas la leches en polvo y para V en leche en polvo entera fueron menores a los descritas por dicho autor.

Estudio de elementos traza en hígado y riñón de origen bovino

En Argentina, la carne bovina constituye una parte fundamental de la dieta. La misma requiere altos estándares de calidad y controles de seguridad. Las menudencias y las achuras, son parte de la dieta de las poblaciones, principalmente de las de bajos recursos 100. Entre los menudos de mayor consumo en la Argentina, podemos mencionar al riñón y el hígado. Estos órganos, son los encargados de eliminar toxinas del organismo 26. Es por lo anteriormente descripto que es imprescindible conocer las concentraciones de elementos traza que pueden estar presentes en dichos órganos.
En la Tabla 7 se muestran los rangos de concentraciones determinados en nuestro laboratorio para As y elementos asociados y aquellos informados por otros autores en hígado y riñón.


Tabla 7: Rango de concentración de elementos traza (µg/kg) determinados en hígado y riñón de muestras bovinas procedentes de la provincia de Buenos Aires y Córdoba 3,9,18,24,29,56,57,65,67





Se encontraron diferencias significativas (de acuerdo al test de Kruskall-Wallis, p< 0,05) en los niveles de As total presente entre las muestras provenientes de ambas regiones, siendo las muestras de hígado y riñón provenientes del Sudeste de Córdoba (zona de elevada exposición a As) las que presentaban mayores niveles de este elemento. Las muestras de riñón e hígado provenientes de la provincia de Buenos Aires presentaron una mediana de 134 μg/kg (MS) y de 43 μg/kg (MS), mientras que en las de Córdoba la mediana fue de 270 μg/kg (MS) y de 106μg/ kg (MS), respectivamente. Esto indicaría que al aumentar los niveles de As en la dieta de los bovinos, las concentraciones de estos elementos en los tejidos se incrementa. En todos los casos los niveles de As se encontraron por debajo de los límites máximos permitidos a nivel nacional (1000 mg/kg (MH), Plan CREHA 2012). Además, los niveles de As hallados en el presente trabajo son similares a los reportados previamente por otros autores.
Los niveles de V determinados fueron mayores a los reportados previamente por Pérez Carrera68. Se encontraron diferencias significativas en los niveles de V entre las muestras de riñón provenientes de ambas zonas (sudeste de Córdoba y provincia de Buenos Aires), caso contrario a lo ocurrido entre las muestras de hígado de ambos sitios. Esta diferencia puede verse asociada a que la concentración media de V en las muestras de agua provenientes del sudoeste de la provincia de Córdoba es significativamente mayor que en las de Buenos Aires.
Los niveles de Mo observados tanto en hígado como en riñón presentaron una elevada variabilidad y, además, no mostraron diferencias significativas entre las mismas.

Biotransferencia, Ingesta diaria y análisis de riesgo

Biotransferencia

En trabajos publicados previamente por nuestro equipo de trabajo 11,67,68,69,70,71 se estudió el factor de biotransferencia (BTF) como herramienta, para estimar la transferencia y/o acumulación de As en leche cruda a partir de la exposición del ganado a través del agua de bebida y/o alimentos.
Este factor relaciona el contenido de As y demás elementos traza presentes en la leche respecto del contenido de dichos elementos presentes en agua y alimento del ganado en la dieta 72, 75.
Se determinó la concentración de dicho elemento en agua de bebida animal, suelo y forraje y se pudo observar que la principal fuente de exposición al As para el ganado es el agua de bebida. Para estimar el BTF de los elementos traza analizados se tuvieron en cuenta los valores de ingesta de alimento, agua y peso medio de cada especie en función de datos obtenidos de NRC64 e INTA50 para vacas lecheras Holstein, cabras lecheras Anglonubian y Saanen y ovejas lecheras Pampita y Frisona.
El cálculo de este BTF a partir de los resultados obtenidos en las diferentes campañas de recolección de muestras realizadas permitió, además, estimar la concentración de As en leche cruda a partir de los niveles de As determinados en las muestras de agua de bebida animal analizadas en diversos establecimientos de la provincia de Buenos Aires y sudeste de Córdoba.
Se determinaron los valores de BTF para elementos traza de importancia nutricional y toxicológica (Tabla 8). Teniendo en cuenta los valores medianos de BTF calculados se observaron diferencias significativas entre los micronutrientes (Cu, Mo y Zn) y los microcontaminantes (As, Cr, Pb y V) analizados entre los distintos tipos de especies pecuarias estudiadas. La leche ovina presentó valores medios de BTF significativamente mayores que las muestras de leche caprina y bovina tanto para Zn como Cu, mientras que para el Mo el valor mediano de BTF fue significativamente mayor para leche caprina en comparación con la ovina y bovina. Para el caso del Mn y el Fe, no se observaron diferencias significativas entre los BTF de las muestras de las diferentes especies estudiadas. Teniendo en cuenta los valores medianos obtenidos no se observó bioacumulación de dichos elementos en leche a partir de su ingesta desde el agua de bebida y el alimento del ganado.
En cuanto a los valores medianos de BTF calculados para los elementos traza de importancia toxicológica analizados se observaron diferencias significativas en la biotransferencia de los mismos entre las distintas especies pecuarias estudiadas (Tabla 8).


Tabla 8: rangos de BTF estimados para leche cruda calculados teniendo en cuenta el contenido de los elementos en agua de bebida animal y alimento fresco y balanceado 69,70 .





En leche ovina se observaron valores medios de BTF significativamente mayores que en leche de cabra y vaca para V, Pb y As, mientras que en el caso del Cr, el valor de BTF fue significativamente mayor para leche caprina. Solo se observaron valores de BTF superiores al umbral de 1 para el Cr en la leche ovina y caprina cuando las concentraciones de dicho elemento tanto en agua como alimento superaron el LMR establecido por el CAA y el Mercosur. Por lo tanto, esto sugiere un posible proceso de acumulación del Cr si los niveles en la dieta superan los LMR establecidos. En cuanto al resto de los elementos analizados no se observaron valores de BTF> 1, siendo los mismos no bioacumulables en leche 75,76. Los rangos descritos para As, en leche cruda de bovinos fueron similares a los estimados previamente por nuestro grupo de trabajo67,68,69,70 .

Ingesta diaria

La ingesta diaria es una herramienta que permite estimar el consumo de diferentes elementos nutritivos o la exposición a elementos tóxicos. Para la realización de este cálculo se tuvo en cuenta el consumo promedio según edad (niños y adultos) de derivados lácteos para su posterior aplicación en las herramientas de análisis de riesgo. De manera tal de poder evaluar la exposición a los diversos elementos analizados a través de la dieta (Tabla 9).


Tabla 9:: CDI de elementos traza en leche y derivados lácteos para niños (0 a 8 años) y adultos (> a 9 años) y datos de referencia (RFC) sugeridos por IRI95.





En cuanto a los valores de la tasa de ingesta diaria (CDI, chronic daily intake) para elementos traza de importancia nutricional a partir de leche cruda (LC) y queso (Q), se observó que únicamente el Zn presentó valores de CDI medios mayores a 300 µg/kg*día (RFC de IRI95) en el grupo de infantes (de 0 a 24 meses).
En cuanto a la tasa de ingesta diaria (ADDI, average dose daily intake) para elementos traza de importancia toxicológica, el Pb y el Cr superaron los RFC sugeridos por EPA95, tanto en queso como leche comercial. Esto se observó en el caso del Pb con la ingesta en infantes (0,34 y 0,27 µg/kg*día respectivamente) y niños (0,09 y 0,23 µg/kg*día respectivamente) y, por otro lado para el Cr con la ingesta de queso en infantes (4,15 µg/kg*día). Cabe destacar que los valores máximos de tasa de ingesta (ADDI y CDI) estimados de As, Pb, Cr, Cu, Fe y Zn superaron los sugeridos por IRI95 y que los grupos de edad más vulnerables en dichos casos serían los infantes y niños.

CONSIDERACIONES FINALES

En este trabajo de revisión se han recopilado los estudios realizados de biotransferencia de elementos traza desde las matrices ambientales (agua de bebida y suelo) y forrajes a productos de consumo humano derivados de la actividad ganadera. Estos estudios revisten una importancia fundamental para poder estimar la exposición a elementos traza de importancia nutricional (ETN) y toxicológica (ETT) y que podrían poner en riesgo tanto la salud humana como animal. Esto se debe a que los mismos presentan una distribución variable según el tipo de matriz ambiental, agua, suelo y forraje, del tipo de ganado (por su fisiología) o el tipo de alimento de origen animal que se estudie.
A lo largo de nuestro trabajo se logró determinar que la mayor exposición del ganado a los ETT se debe, principalmente, a su elevado contenido en el agua de bebida animal. Mientras que en el caso de los ETN, la mayor exposición se debe a su exceso en la dieta del ganado. Es importante remarcar que el exceso en la ingesta de ETN y ETT en el ganado puede generar problemas a nivel fisiológico, ya que varios de ellos pueden actuar de forma antagónica afectando la biodisponibilidad de algunos elementos, tal es el caso del As, Cr, Cu, Fe, Mo, Mn y Zn.
En el estudio comparativo, se observó que en varias de las muestras de las matrices ambientales (suelo y agua de bebida) y alimento para ganado analizadas, tanto ETT (As, Cr, Pb) como los ETN (F, Mn, Mo y B), superaron los valores descritos por otros autores. En cuanto a las concentraciones determinadas en leche cruda, elementos como Cu, Mn, Zn, As, Cr y V, excedían los niveles descritos por otros autores. Por otro lado, en derivados lácteos, la mayoría de las concentraciones de los elementos analizados, a excepción del Mo y V, se encontraban dentro del rango detallado previamente por otros autores.
Posteriormente en un análisis de BTF, se pudo observar que los ETT son transferidos principalmente desde el agua de bebida animal a leche cruda. A su vez, se observó una acumulación de los mismos en los derivados lácteos analizados. En el caso de los ETN, lo mismo ocurre principalmente desde el alimento del ganado, ya sea forraje, pellet o ensilados. En el caso de los derivados cárnicos, los elementos traza pueden acumularse en mayor proporción en hígado y riñón ya que son órganos que intervienen en la desintoxicación y eliminación de diferentes compuestos nocivos para el organismo.
En cuanto al estudio en la exposición a los consumidores, se observó, que según el tipo de dieta, los niños e infantes son los más expuestos a posibles efectos de intoxicación a través de la leche y derivados lácteos. Mientras que los adultos están más expuestos por la ingesta de derivados cárnicos.
En el análisis de la ingesta de leche y derivados lácteos en infantes y niños, se determinó que los valores de CDI de As, Mn, Mo y V se encontraban dentro de los límites sugeridos por IRI (EPA 2016), mientras que algunos de los valores de ingesta de Cr, Cu, Fe, Pb y Zn, se encontraban por encima de éstos.
Los estudios realizados hasta el momento demuestran la importancia del conocimiento de la presencia de elementos traza de importancia toxicológica y nutricional a lo largo de la cadena productiva y que mientras las concentraciones en las matrices ambientales se conserven dentro de los parámetros recomendados, el riesgo para la población es reducido.

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