REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

Gestión de residuos e indicadores de manejo de nutrientes en sistemas ganaderos intensificados

Gil, SB1; Carbó, L1; Herrero, MA1.

1 Universidad de Buenos Aires, Facultad de Ciencias Veterinarias.

Recibido:31/08/2021
Aceptado:11/11/2021

Correspondencia e-mail: Susana Gil sgil@fvet.uba.ar


Resumen

Los sistemas de producción animal están cambiando tanto a escala global como local, fruto de algunos factores como la demanda creciente de alimentos, de tierra para producirlos y de innovaciones tecnológicas. Las principales transformaciones se generaron al cambiar de sistemas extensivos a más intensivos, con mayor escala y concentrados geográficamente. El aumento de la carga animal impacta en mayor uso de recursos (energía, nutrientes y agua) y la salida de productos animales por unidad de superficie. A más animales, mayor cantidad de excretas que aportan nutrientes, patógenos, residuos de fármacos de uso veterinario y emisiones de gases a la atmósfera. La sostenibilidad de estos sistemas requiere comprender los procesos que ocurren y monitorearlos a través de indicadores, al igual que favorecer aquellas tecnologías que propician la economía circular para reciclar sus residuos. Los problemas críticos que se presentan en este artículo se recorren desde su caracterización, evaluación mediante algunos indicadores, la definición de estrategias de manejo e interpretación de los flujos dentro del sistema productivo, las propuestas de mitigación y herramientas para la gestión en el contexto de lograr una economía circular en los predios ganaderos. Sin duda, aún queda camino por andar en investigación en este ámbito, donde su relevancia es cada vez mayor para resolver los retos del reciclaje sostenible de recursos orgánicos para los sistemas ganaderos, potenciando los beneficios al ambiente con menores huellas ambientales de nuestros sistemas de producción de alimentos.

Palabras clave: ganadería, ambiente, producción, sustentabilidad, mitigación

Waste and nutrient management indicators in intensified livestock systems

Summary

Animal production systems are changing both at a global and local scale, as a result of several factors such as growing demand for food and the land needed for its production and technological innovations. The main changes were generated when extensive systems became intensive, increasing their size and concentrating geographically. The increase in the stocking rate impacts on greater use of resources (energy, nutrients and water) and the output of animal products per unit area. At these higher densities, greater quantities of feces are produced, which increase nutrients, pathogens, veterinary drugs residues and atmospheric gas emissions. Comprehension of the processes that take place, the monitoring through indexes, as well as, the favoring of technologies that propitiate circular economy in order to recycle its residues, is needed to achieve sustainability within these systems. The critical problems presented in this article cover from their characterization, their evaluation through indexes, definition of management strategies and flow interpretation within the production system, the proposal of mitigation and tools for its management within a circular economy context in livestock production systems. There is no doubt that there is still a lot of research to be done in this area. Its relevance is greater every day in order to solve challenges from sustainable recycling of organic resources in animal production systems, maximizing the benefits to the environment with fewer environmental (footprints/impacts) of our food production systems.

Key words:animal husbandry, environment, production, sustainability, mitigation


LA INTENSIFICACIÓN DE LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN ANIMAL

A nivel mundial, los sistemas de producción están cambiando y la demanda creciente de alimentos es uno de los factores prevalente en dichos cambios98. Los grandes cambios globales en la agricultura, tanto en el consumo, el marketing, la producción y el comercio son cuatro: los mayores ingresos, los cambios demográficos, las tecnologías de las cadenas agroalimentarias y la liberación del comercio y el capital75. A nivel productivo suelen ser consecuencia de diferentes factores46, 43, 71 ,principalmente aquellos vinculados a presiones del ambiente, a la ubicación del predio respecto de mercados y a niveles de precios de insumos y de los productos vendidos99, 87. Los principales cambios se generaron al pasar de métodos extensivos, de pequeña escala, subsistencia y producciones mixtas agrícola ganaderas a sistemas más intensivos, a gran escala, concentrados geográficamente y con orientación comercial79. Se representan como un aumento de la carga animal (incremento de número de animales por unidad de superficie) con el consecuente aumento en el uso de los recursos energía, nutrientes y agua, y una mayor cantidad de productos que salen del establecimiento (carne y leche)99, 93, 103. Este proceso de intensificación, sin embargo, no está libre de consecuencias. Durante el mismo se liberan al ambiente grandes cantidades de excretas sólidas y líquidas con nutrientes en exceso, metales pesados (principalmente Cobre y Zinc que son agregados a los núcleos de los alimentos) y otros “contaminantes emergentes” como son los residuos de fármacos veterinarios, que pueden afectar el suelo y el agua28; también olores, polvo, insectos, patógenos provenientes de las excretas animales como Escherichia coli O157, Listeria monocytogenes, Campylobacter jejuni, varios serotipos de Salmonella, entre otros7, 68, y partículas en el aire que portan vectores21. Asimismo, hay que considerar la emisión de diversos gases, conocidos como Gases de Efecto Invernadero (GEI), que resultan adversos, por aportar al calentamiento de la atmósfera104, 84, 46.
La información presentada pretende aportar al conocimiento sobre el desarrollo y empleo de indicadores de sustentabilidad ambiental en el uso de los nutrientes, y sobre el manejo de las excretas y sus implicancias, así como también, propone propuestas de mitigación de los impactos a partir del adecuado tratamiento de las excretas para su vertido o su reutilización como abono en la producción de forraje. Todas estas prácticas resultan un desafío para propender a la sostenibilidad de los sistemas ganaderos intensificados.

LOS NUTRIENTES

En el marco de la sostenibilidad ambiental se han identificado diversos retos para la producción animal. Uno es el manejo de nutrientes, tanto desde una perspectiva ambiental, como económica. Los animales en pastoreo eliminan al sistema entre el 60 y el 70 % del nitrógeno (N) y fósforo (P) ingeridos92, mediante el reciclaje por orina y excretas, permaneciendo una escasa proporción en los productos animales100. En sistemas ganaderos de base pastoril los nutrientes reingresan con una distribución no uniforme de excretas, acumulándose en callejones y aguadas donde los animales permanecen más tiempo. Así, numerosos estudios han determinado la distribución de excretas y sus nutrientes105, 76,2 como los efectos de las mismas sobre el crecimiento posterior del forraje en pastoreo y cambios en su composición botánica1, 66, 83. La identificación de los flujos de nutrientes y minerales resulta fundamental para no solo aplicar estrategias de manejo de la alimentación y de los residuos orgánicos, estiércol principalmente57, 10, 26, 14, sino para conocer, también, las consecuencias de su uso dentro del sistema.

LAS EXCRETAS ANIMALES EN LOS SISTEMAS DE PRODUCCIÓN

Los residuos ganaderos se componen de las excretas animales (heces con orina) a las cuales se agregan restos de alimentos, paja, barro, soluciones de limpieza y agua, según sistema y especie animal. Estas mezclas se presentan, dependiendo de su contenido de materia seca (MS%), como líquidos también denominados purines (MS% de 0,1 a 10), semisólidos (MS% de 10 al 20) y sólidos, que generalmente son denominados como estiércol (MS% más de 20% y llegando a valores del 60%) 48.
Las excretas se pueden acumular con diferentes impactos según la intensificación del sistema ganadero. Los purines en los sistemas lecheros se acumulan en inmediaciones de instalaciones de ordeño que se suman a excretas acumuladas en corrales de alimentación y aguadas cercanas, siendo las principales fuentes de contaminación del agua subterránea73. Por otra parte, aquellas que son depositadas en lotes de pastoreo contribuyen a un proceso de reciclaje natural de sus nutrientes, como fue mencionado. Su reutilización a través del crecimiento vegetal, por re-acoplamiento de la producción planta-animal, las cambia de matríz de ser residuos se convierten en recursos, siendo base del concepto de economía circular56. En los sistemas con confinamiento aumenta el riesgo de contaminación puntual y de interferencia en el reciclaje natural de nutrientes, donde la permanencia de un gran número de animales en sectores reducidos durante largo tiempo, requiere de la transferencia de nutrientes desde el área primaria de producción de los alimentos4.
La reutilización de los residuos ganaderos como fuentes de nutrientes generaron numerosas investigaciones con diversos focos, como pueden ser a nivel del suelo22, de contaminación de aguas41, 97 y época del abonado44, o de los efectos ambientales indeseables según estrategias de aplicación5 . En general, sus beneficios se asocian al aporte de materia orgánica y de cierta actividad microbiana, pero aparecen trabajos que plantean interrogantes sobre la producción vegetal, la lixiviación y los nutrientes del suelo5, 106, 13. Aquellos que generan mayores inquietudes corresponden a la lixiviación de compuestos nitrogenados y fosforados que surgen de las aplicaciones. En un estudio106 realizado en España aplicaron estiércol porcino en cultivo de maíz, como abono, a dosis de 30, 60, 90 y 120 t/ha combinado con nitrógeno mineral durante 4 años consecutivos. Registraron lixiviaciones de nitrógeno de importancia, recién, tras 3 años seguidos de aplicación, y a partir de ese momento, observaron que las mismas estuvieron relacionadas, directamente, con la cantidad de nitrógeno aplicado. Los mejores resultados ambientales se obtuvieron con la dosis de 30 t/ha. Estos resultados contrastan con los encontrados por investigadores en Argentina, quienes detectaron lixiviación, tanto de nitrógeno como de fósforo, desde el primer año de aplicación de estiércol bovino (dosis únicas aplicadas a la pre-siembra de una pastura), interpretándose que la disparidad de precipitaciones entre ambos lugares podría ser la causa de estas diferencias13. Sin embargo, y a pesar del ingreso por lluvias, en ambos estudios la lixiviación estuvo relacionada con la dosis aplicada. Estas situaciones que aparecen con respecto a la lixiviación, como por ejemplo sus impactos a mediano y largo plazo en la calidad productiva futura del suelo, por fitotoxicidad o salinización49 o acumulación de nutrientes62 por la presencia de contaminantes (orgánicos y metales pesados), podrían tener efectos negativos en los microorganismos del suelo. El impacto de la aplicación de biosólidos en la microbiota del suelo solo se ha estudiado ampliamente en experimentos a corto plazo5.
Los aportes del uso de estiércol y purines resultan promisorios respecto a las contribuciones de los fertilizantes químicos comerciales. Las principales dificultades se centraron en la necesidad de un tiempo para su mineralización para entregar nutrientes a las plantas24, 44. Las condiciones climáticas resultan ser un factor central, como lo muestra una serie de ensayos recopilados en Argentina44. A pesar de estos problemas, los efectos residuales de la aplicación de purines, estiércol o compost, asociados a las propiedades del suelo y de la concentración de P en el mismo, se pueden detectar hasta 4 años después de la aplicación23.
La lixiviación de contaminantes desde parcelas fertilizadas es un problema a resolver, ya sea porque incrementa la presencia de nitratos en aguas subterráneas106, 13 así como la de fósforo 13, 97.
Otro de los problemas asociados es la presencia de patógenos, dado que muchos afectan a la salud animal, se excretan por heces y cuentan con mecanismos que les permiten sobrevivir en diferentes ambientes68, 101. Si los patógenos persisten en las excretas luego de los sistemas de tratamiento, y se reutilizan como abono; estos pueden llegar al suelo y permanecer infectivos allí, según condiciones ambientales51, 101 y prácticas de aplicación68. Además de ser un riesgo para la salud animal, pueden llegar por lixiviados a aguas subterráneas36 o por escurrimiento a aguas superficiales81. Un ejemplo es el Mycobacterium avium sub. Paratuberculosis en el sur de Chile, donde se los ha aislado en aguas de escurrimiento desde lotes experimentales y no en aguas subterráneas por lixiviación82, 81. Ciertas prácticas de manejo de los efluentes animales han sido asociados con la presencia de patógenos en forrajes para consumo animal55, por este motivo, sus detecciones en ciertos compartimentos ambientales sería un aspecto importante para el diagnóstico del estado sanitario del rodeo52.
En cuanto a los antimicrobianos considerados como “contaminantes emergentes”, tienen un destino ambiental que preocupa por sus secuelas en el ambiente y en salud pública (por ejemplo, resistencia en microorganismos ambientales)8, 59. En general, son pobremente absorbidos por el organismo animal, y en consecuencia son excretados en gran proporción en las heces y la orina59. Al llegar al ambiente pueden impactar en algún compartimiento (agua superficial, agua subterránea, suelo), ya sea por su concentración40 o por sus efectos vinculados a la resistencia generada en microorganismos8, 59.
El desarrollo de indicadores de uso de drogas antimicrobianas comenzó en los últimos 20 años para comparar regiones, establecimientos y rodeos77 y así poder predecir su comportamiento. Dicha cuantificación requiere detallada información (dosis, frecuencia, prevalencia y duración del tratamiento). Se han obtenido resultados promisorios en establecimientos lecheros en Argentina señalando, por medio de estos indicadores, la utilización de mayor número de drogas por manejar formulaciones multidroga, pero con valores de indicador similares a otros países (entre 4 y 5,5 Dosis Diaria por vaca por año), siendo variable el tipo de uso según la prevalencia de cada enfermedad35.
Para predecir los impactos en las matrices ambientales se desarrollan modelos que se utilizan en el monitoreo del uso de drogas veterinarias, obteniéndose la Concentración Ambiental Pronosticada (CAP)88, 54. Estos modelos se van adaptando a diversas situaciones, por ejemplo, en Argentina mostraron una menor excreción potencial en rodeos tratados por diferentes patologías en establecimientos lecheros, llegando a valores totales anuales en excretas, de 1.223 ug/kg para oxitetraciclina y 742 ug/kg para tilosina. Estos 18 tambos evaluados correspondían a sistemas pastoriles con cierta intensificación en sectores de alimentación y de ordeño42. En estas primeras estimaciones se determinó un menor uso de drogas en animales adultos35, comparado con otros países donde detectaron 872.000 µg de oxitetraciclina/kg en excretas, luego de 5 días de tratamiento, con dosis de 60 mg/kg/día en animales jóvenes18. Con respecto al impacto ambiental de los fármacos, a nivel internacional hay un creciente número de normativas para la aplicación de excretas reutilizadas como abono88, 25, 64.

EL MANEJO Y LA MITIGACIÓN DE LOS IMPACTOS

Las normativas para el manejo de purines, en Argentina no permite el vertido a cuerpos de agua sin un tratamiento previo que logre disminuir la carga de nutrientes, la materia orgánica, la carga de patógenos y residuos de drogas veterinarias que contienen15. En los últimos años se han comenzado a desarrollar nuevos abordajes como ser el concepto de Uso Agronómico, siendo una alternativa de tratamiento con límites para el vertido difíciles de cumplir63.
Entre las propuestas de mitigación se encuentran el tratamiento adecuado de las excretas para su vertido o para su reutilización como abono11.
El tratamiento de estos residuos se puede realizar bajo condiciones aeróbicas o anaeróbicas. En las primeras puede ser con o sin separación de sólidos. Los sólidos pasan a ser estacionados en pilas o sometidos a un proceso de compostaje que resulta útil para incrementar la concentración y disponibilidad de nutrientes, la remoción de patógenos y de muchos antimicrobianos78. Los líquidos pueden ser sometidos a tratamiento anaeróbico, facultativo y aeróbico en lagunas de estabilización, donde, además, disminuye la concentración de nutrientes11. A veces se utilizan tratamientos terciarios orientados a la utilización de filtros biológicos con ciertas plantas (forrajeras, acuáticas o arbóreas). Estos han removido del 47 al 100% del N y del 22 al 89% del P, con una disminución del escurrimiento por erosión del 43 al 99,9%, de sólidos suspendidos entre el 87 y el 100%, y disminución de llegada de pesticidas al agua (lindano, con reducción de 72 al 100% y atrazina, del 44 al 100%)74, además de variables porcentaje de remediación de metales pesados según especies y condiciones del sitio61. Una opción interesante para ciertas producciones, como la producción porcina y la de carne intensiva, y para ciertas regiones templadas a templada-cálidas, es el tratamiento mediante digestión anaeróbica. Tiene la ventaja de producir metano que puede reutilizarse como fuente de gas y aportar un material denominado digestato (lodos) muy rico en nutrientes, que puede requerir un tratamiento previo para poder ser reutilizado como abono60. Los inconvenientes generados se relacionan con la necesidad de calentar el biodigestor en invierno en regiones templadas o frías para lograr el funcionamiento adecuado de las bacterias, además de la necesidad de aporte externo de carbono para que se pueda completar el proceso60.
Como ya fuera comentado, la adopción de la práctica de reuso de los residuos ganaderos por parte de los productores se vincula a la valoración económica de los mismos en reemplazo de fertilizantes comerciales50. Son completos y ricos en varios nutrientes, por lo cual, al fomentarse la dosificación por un nutriente, en general por N, se acumulan los demás que aparecen en exceso, como P y K. Por otra parte, el N tiende a tener pérdidas al ambiente por lixiviación y emisiones por amoniaco, situación que requiere realizar ciertas prácticas de manejo en las aplicaciones19, 53.
Los desafíos para el uso de esta práctica se vinculan a establecer patrones de respuesta a la aplicación de efluentes en distintos suelos y evaluaciones de su persistencia y efectos ambientales, a determinar las tasas de mineralización según situación ambiental y de suelos para minimizar los impactos23, además, a las alteraciones producidas en el metabolismo vegetal20 o animal por generar cambios en las relaciones entre minerales53. Asimismo, su composición puede tener potencial fitotóxico para las plantas107, como ser por salinidad excesiva y composición química que resulte tóxica. Finalmente, considerar la calidad higiénico-sanitaria, ya que muchos patógenos que afectan a la salud animal se excretan por heces y pueden terminar en suelo, sedimentos y agua, junto a los residuos de drogas de uso veterinario45.

LA GESTIÓN DE LOS NUTRIENTES MEDIANTE INDICADORES

Los indicadores para medir el uso de los nutrientes y de la energía80 a escala de predio, unidad en la cual las decisiones son tomadas por el productor, resultan fundamentales para evaluar opciones de manejo productivo y mitigación de impactos en el ambiente10, 6, 38. Los Balances de nutrientes y su manejo orientan sobre la situación de excesos y deficiencias en cada establecimiento58, 89, 90 y son utilizados como indicadores de gestión ambiental en diversos países, esencialmente los desarrollados. Los indicadores pueden calcularse según distintos modelos conceptuales, cuya complejidad aumenta al incorporar flujos internos de nutrientes104, 72, 85, 86, pero básicamente resultan de la diferencia entre ingresos y egresos del mineral al predio, para un período anual, y suelen referirse a la unidad de superficie. Si los resultados muestran valores altos (excedente), puede derivar en pérdida de nutrientes al ambiente o en acumulación en suelo, con riesgo de contaminación37, 45.
La sensibilidad que presentan los Balances de N y P expresados por unidad de superficie permite comparar los predios según diferentes manejos y escalas de producción69, 102, 30, 29. Estos resultan valiosos también, para evaluar las diferencias entre los sistemas de producción y para proponer mejoras en los predios94. Algunos estudios atribuyen los excesos de nutrientes a variables inherentes al manejo de los mismos, principalmente la alimentación, más que a variables de estructura o tamaño 73, 95.
Sobre sistemas pastoriles extensivos de ganadería vacuna, existen trabajos en Gran Bretaña104 y en Suecia17, con muy bajos valores de Balance de N. En Cuba, en sistemas silvopastoriles, Balances de N y P negativos se transformaron en positivos, al incorpo-rar leguminosas subtropicales16, 67. También, la acumulación/depleción de P en sistemas ganaderos con diferentes grados de intensificación fue evaluada en la provincia de Buenos Aires, a través de los indicadores Balance de P (kg/ha/año) y Consumo de P (kg P ingresados por cada kg P egresado en producto), resultando buenos indicadores para evaluar el manejo ambiental de los excedentes. Los Balances de P mostraron pérdidas de casi 1 kg P/ha/año en los planteos extensivos de cría, con consumos de P que no llegaron a equilibrar la cesión del P por el sistema a los bovinos vendidos. Para sistemas base pastoril con ingreso solo a través del alimento adquirido, el Balance de P llegó a un máximo de 2,1 kg P/ha/año y el Indicador de Consumo hasta 5,8 kg P/131, comparable con mediciones en Uruguay donde, sobre predios de características semejantes, obtuvieron una mediana de 4,2 kg P/133. Para sistemas intensivos se obtuvieron valores entre 132,2 y 1381,8 kg P/ha corral/año y de Consumo entre 3,1 y 5,6 kg P/131. Los feedlots arrojan el mayor valor promedio de todos los indicadores, reflejo del tipo de alimentación, basado, casi exclusivamente, en insumos externos. Estos valores son comparables con los presentados en el trabajo más extenso en producción intensiva, de 0,6 a 4,7 kg P/158, que revelan una mayor variabilidad debida a las prácticas alimenticias y sobre el estiércol, cuyo manejo es el que influye en la aparición de los valores más bajos (egresa P con la salida de estiércol del feedlot, práctica no realizada en el trabajo de Argentina). En sistemas ganaderos semi intensivos (Buenos Aires, Argentina), comparando planteos con y sin fertilización fosforada, se halló alta asociación entre Balances de P e ingresos totales de P, correspondiendo a los fertilizados los mayores ingresos y mayores Balances (entre 23,5 y 44,1 kg P/ha/año), con producciones de carne similares32. En Chile obtuvieron balances de 37 a 39 kg P/ha/año en invernadas de novillos sobre forrajes de gramíneas suplementados con heno3 , los cuales estuvieron dentro del rango de los de Buenos Aires con fertilización. Para el aprovechamiento de los fertilizantes existe un paso más en la transformación (suelo-planta y planta-animal), lo cual genera mayores pérdidas de P al sistema hasta llegar al producto final, la carne, siendo verificado en los valores altos de los balances. Se evaluaron indicadores de manejo de N y P en 144 sistemas ganaderos de carne base pastoril en Argentina y Uruguay33, 34 cuyos valores se pueden ver en la Tabla 1. Los menores valores de Balances en Argentina pudieran deberse a la cantidad de establecimientos extensivos, que en los casos de cría bovina usan poco fertilizante fosforado y alimentos comprados. Con respecto a las Eficiencias de uso, los valores inferiores de Uruguay podrían estar influenciados por una menor carga animal y consecuente menor producción de carne y posterior venta anual.
En establecimientos con encierres a corral, con estrategias de alimentación variables, se calcularon los Balances predial y corral, y el indicador Incremento por Transferencia (IT), valor numérico que indica cuántas veces el excedente del nutriente se concentró en los corrales con respecto a la hectárea promedio del predio, obteniendo valores desde 4 a 672 para N y de 4 a 550 para P29. El IT resulta un buen indicador del flujo de nutrientes para sistemas mixtos con alimentaciones a corral y no para encierres permanentes (feedlots, tambos estabulados), donde no existe casi integración con superficie agrícola/forrajera propia.




Tabla 1.Balances prediales (Bal) de N y P y Eficiencias de uso de N y P ingresados al predio (Ef) en 144 sistemas de producción de carne bovina en Argentina y Uruguay (mediana y (min; max)).



En los sistemas de producción lechera de base pastoril los balances de nutrientes dependen, marcadamente, de su nivel de intensificación, al igual que en los sistemas descritos previamente. En diversos estudios se observó que los balances aumentan a mayor ingreso de alimentos externos95, pero también a partir del ingreso de mayor cantidad de fertilizantes para mejorar la producción forrajera en estos sistemas12. Sin embargo, estos incrementos no siempre son acompañados por aumentos en la eficiencia en el uso de los nutrientes95, 27, 96. No obstante, un estudio irlandés65 plantea que al compararse los balances actuales con aquellos calculados antes de 2006, los establecimientos lecheros han producido notables reducciones en los Balances de N, cercanos al 40%, con aumentos en las Eficiencias de uso de este nutriente en un 27% debido a las reglamentaciones vigentes de la Unión Europea. Los valores de los indicadores de manejo de N y P de diversos países se presentan en la Tabla 2.


Tabla 2..Balances prediales (Bal) de N y P y Eficiencias de uso del nutriente ingresado al predio (Ef) para producciones lecheras convencionales en distintos países (promedios anuales).



* Producción lechera de mediana intensidad (menor a 30.000kg leche/ha)



El trabajo de Argentina95 contempló 95 sistemas lecheros de diferentes cuencas lecheras del país (45% Santa Fe, 35% Córdoba y 20% Buenos Aires). Los Balances de N registrados resultaron semejantes a aquellos encontrados en otros países del mundo, tanto aquellos que incluyeron en sus cálculos a la fijación biológica de nitrógeno, como en el caso de Australia37, Dinamarca69, Estados Unidos (Nueva York)91 y Alemania39, como aquellos que no lo hicieron, ejemplo Irlanda9 y Portugal27. Las Eficiencias de uso de N resultaron similares entre los distintos países. Los mayores valores se suelen obtener en aquellos establecimientos lecheros que presentaron balances negativos91, 96. Los mismos suelen calificarse como sistemas altamente eficientes, cuando por lo general se considera que están generando pérdidas al ambiente70. Los resultados de Balances de P brindaron mayores diferencias, en líneas generales. Sin embargo, el estudio de Argentina95 muestra Balances y Eficiencias de uso de P dentro del rango de valores de los otros países, presentando también, establecimientos productivos con balances negativos para este nutriente. La Eficiencia de uso de P tiende a ser mayor y más variable que en el caso del nitrógeno. Cabe destacar, que si bien los estudios locales presentaron Balances de nutrientes similares, en ninguno de los establecimientos evaluados se encontró exportación de nutrientes por medio de la venta de estiércol, práctica habitual utilizada en algunos países como fuente de ingreso de nutrientes y para reducir sus excedentes (Portugal, Estados Unidos, Dinamarca y Alemania), situación comentada, también, para los feedlots.
Otra de las problemáticas es la transferencia de nutrientes desde los potreros hacia el sector de las instalaciones de ordeño47, 12. Se ha determinado que aproximadamente un 28,8% de los nutrientes consumidos por los animales en alimentos son depositados en el sector de ordeño, según su tiempo de permanencia. Este tiempo está asociado al diseño de las instalaciones según cantidad de vacas en ordeño47. Estos nutrientes, fáciles de recolectar, podrán ser reciclados dentro del mismo sistema, al ser utilizados como abono orgánico para sus recursos forrajeros.

CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS

La eficiencia en la producción de los alimentos, en un contexto de sostenibilidad, es uno de los mayores desafíos para alimentar a una población en creciente expansión. Existen varios problemas asociados a los sistemas ganaderos para los cuales se ha puntualizado en mitigar sus impactos. La identificación de cada punto crítico en conjunto con la elección de indicadores y técnicas de monitoreo, sumado a tecnologías para mejorar su eficiencia de producción, forjarán aquellos procesos que hagan a la intensificación sostenible de los sistemas productivos.
La gestión de los residuos ganaderos y de los nutrientes resulta central en cualquier tipo de sistema productivo. Las diferentes implicancias ambientales de las excretas dependen de la concentración animal y de si los alimentos provienen del mismo predio (transferencias internas de nutrientes) o del exterior (incremento de la carga total). Tanto la restitución del estiércol a los potreros como abono (reciclaje de los nutrientes en el predio), o prácticas como cambiar anualmente la ubicación de los corrales de encierro/alimentación, evitaría un sector único de acumulación. Sin embargo, quedaron planteadas cuestiones a seguir considerando, como ser, optimizar la disponibilidad de nutrientes tanto para las plantas como para su mejor aprovechamiento en el suelo, disponer de tecnologías adecuadas para disminuir sus pérdidas al ambiente, desarrollar y utilizar indicadores para obtener una línea de base y su proyección a corto y mediano plazo, reducir todo tipo de contaminante desde el ecosistema para mejorar la calidad y seguridad alimentaria de los productos animales y disminuir todo tipo de emisiones al ambiente.
Sin duda, aún queda mucho camino por transitar en investigación en estas cuestiones. Resulta cada vez más relevante resolver los retos del reciclaje sostenible de recursos orgánicos para los sistemas ganaderos, potenciando los beneficios de la economía circular con menores huellas ambientales de los sistemas de producción de alimentos. Determinar los impactos productivo-ambientales de las decisiones brindará un enfoque sistémicoambiental que pocos estudios han abordado.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen el soporte financiero brindado por la Universidad de Buenos Aires desde el programa UBACYT a diferentes proyectos desde el año 2004, finalizando con el Proyecto 2018-2021, N°20020170100226BA.

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