Estudiantes / Orientacion

Facultad de Ciencias VETERINARIAS

Orientación Estudiantil

¿Cómo organizar el tiempo y el lugar para estudiar?


Antes de empezar con el estudio, es importante organizar qué necesitamos para estudiar y en qué tiempo y lugar, para llegar a buenos resultados.

Una correcta distribución del tiempo nos permite desarrollar capacidades como la constancia y el esfuerzo. Organizar los horarios permite controlar esas dos capacidades.

Consejos que nos pueden ayudar a planificar el estudio:
  • Tener en cuenta: si trabajamos además de estudiar, si realizamos otras actividades, si tenemos familia a cargo. Cada situación es muy personal y requiere de una organización del tiempo particular.
  • Programar la actividad. Tomar conciencia de lo que te hace perder el tiempo, qué cosas te distraen, falta de concentración, etc. Por ello, tenemos que poder identificar cuáles son nuestros momentos óptimos de concentración y utilizarlos para estudiar.
  • El comienzo del estudio no se debe retrasar. Siempre hay un motivo para dilatar el inicio. Por ello, es necesario que antes de estudiar se preparen todos los materiales que se requieran y evitar las cosas que funcionen como distractores lo máximo posible (esto es a veces muy difícil).
  • Es importante elegir un buen lugar de estudio. El mejor sitio para estudiar es aquel que nos ofrece un entorno agradable, ventilado y sin elementos que nos distraigan.
  • Las actividades/tareas o materias difíciles que puedan requerir entre 60 y 90 min requieren un descanso de 10 minutos a la hora para recuperar la atención.
  • Establecer los objetivos y prioridades en la planificación teniendo en cuenta el cronograma de la materia, por ejemplo los exámenes.
  • Respetar la planificación horaria haciéndolo todos los días. Tener como referencia que el tiempo que suele demandar estudiar adecuadamente una materia, suele ser 1 a 2 veces el tiempo de cursada (si cursamos 8 horas semanales, estudiar esa materia nos demandará entre 8 y 16 horas de trabajo además de la cursada).
  • Se deben valorar los resultados cuando se acabe el tiempo de estudio. Así se puede evaluar si logramos cumplir el objetivo que nos planteamos.
  • Después de estudiar, es aconsejable la práctica de otras actividades que te gusten y disfrutes hacer.
  • En base a todo lo anterior, se recomienda armar una planificación/agenda de corto plazo (organización semanal), otra de mediano (cuatrimestre en curso) y una de largo plazo (relacionada con llevar adelante el plan de estudio).
Material elaborado por Georgina Angiono, Verónica De Luca, Miguel Huguet y Ariel Koslowski. Servicio de Orientación y Tutorías Académica. Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA.

La planificación de corto plazo es la que nos podrá ayudar en la organización semanal.

Para armar la planificación a corto plazo tenemos que tener en cuenta:
  • Las materias a las cuales nos hayamos inscripto al comenzar el cuatrimestre.
  • La idea es organizar los momentos de cursada y de estudio en casa, considerando qué temas estudiar cada día de cada materia.
  • Es importante chequear en “El Diarito” los temas que se van a ir dando en cada clase y las fechas de exámenes
  • Chequear el programa de la materia y la bibliografía recomendada por la cátedra.
  • Es recomendable contemplar en la planificación tiempos de descanso para poder aprovechar el tiempo de estudio al máximo, estando descansados

Todo lo planteado es importante en la planificación a corto plazo, para poder llevar al día todas las materias que cursamos y llegar bien a la fecha del parcial. Una buena planificación a corto plazo nos va a permitir cumplir la planificación cuatrimestral, es decir la de mediano plazo. Ejemplo:

Lunes Martes Miercoles Jueves Viernes Sabado Domingo
Mañana Curso Anatomía Curso Anatomía Curso Química Estudio
Tarde Estudio huesos y articulaciones de m. pelviano Trabajo Estudio Curso Estadistica
Noche Estudio probabilidades Estudio músculos de miembro pelviano Estudio aminoácidos

Según nuestro tiempo disponible y las correlatividades (si tienes dudas se puede consultar el cuadro de correlatividades) podremos hacer la planificación a mediano plazo (materias por cuatrimestre considerando correlativas, dificultad de las materias a cursar, fechas de exámenes) y largo plazo, y así podremos analizar el tiempo que a cada uno nos demandará cumplir con el plan de estudio de la carrera.

Es importante tener un ritmo de estudio constante, así vamos “entrenando a nuestro cerebro”, aprendiendo el modo de estudiar y desarrollando hábitos que necesitaremos como estudiantes universitarios y como profesionales para continuar nuestra formación, independientemente de la orientación que elijamos. Te invitamos a visitar en este sitio las orientaciones sobre cómo organizar el modo de estudiar.


¿Cómo organizar mi método de estudio?


Como ya lo analizamos en otra pregunta, planificar de antemano nuestro tiempo hace que manejemos mejor nuestra responsabilidad frente al estudio, favorece el cumplimiento de lo agendado y evita las ansiedades de última hora.

Para que el estudio sea productivo no necesitamos tener una inteligencia especial, necesitamos poder aplicar un método acorde a nuestras necesidades y al tipo de contenido a estudiar. Saber qué estrategias son las que favorecen nuestro estudio nos va a permitir aprender aprovechando mejor el tiempo.

Para organizar las actividades que realizaremos para estudiar conviene considerar qué conviene hacer: antes de estudiar, durante el estudio y luego del estudio.

  • Antes de sentarnos a leer es importante evaluar el grado de novedad que tiene el tema que voy a estudiar. La dificultad en comprender un texto puede estar relacionada con la falta de conocimientos previos en relación con el contenido de ese texto. Por ello, es importante tener a mano mis apuntes, presentaciones de las clases que pueden guiarme en la comprensión del texto que debo estudiar.
  • Durante el estudio: actividades relacionadas al trabajo con los materiales, textos, papers, videos y con las estrategias que utilizas para organizar y comprender la información (resúmenes, esquemas, cuadros sinópticos, etc.).
  • Luego del estudio: relacionado a la forma en que comunicas a través de distintos medios (exposiciones orales, trabajos escritos, mapas, gráficos, etc.) lo que estudiaste. También con la evaluación que haces de lo que lograste en y con el estudio, a qué atribuyes tus resultados y cómo esto te sirve para ajustar o revisar lo que hiciste y lo que vas a hacer en futuros procesos de estudio.
En ocasiones, el estudio supone responder a consignas de trabajos prácticos. Aquí es importante considerar las OPERACIONES DEL PENSAMIENTO que supone esa consigna. Es bueno estar atento a lo que se pide hacer en los trabajos prácticos, lo que me prepara para saber cómo debo responder a las preguntas de los exámenes. Muchas veces un mal rendimiento en un examen escrito está relacionado con el hecho de que el alumno no ha comprendido bien la consigna solicitada por el profesor.



Observar Supone “mirar” con atención un fenómeno o un proceso. Está Influenciada
por la curiosidad, el interés personal y la capacidad técnica del observador.
Enumerar Consiste en
hacer una lista de los elementos, hechos, sucesos, datos o partes de algo.
Describir Supone dar
características, propiedades, explicitar partes o datos de una información.
Definir Expresar con
claridad, con exactitud, el significado del tema o del objeto de estudio que
nos solicitan.
Comparar Apreciar
semejanzas y diferencias. Al comparar datos, hechos, sucesos, piezas dentarias,
anatómicas etc. hacemos resaltar semejanzas.,Al distinguir
destacamos las diferencias entre los componentes de una situación.
Identificar Es reconocer,
apreciar y señalar las características fundamentales de un fenómeno o proceso.
Sintetizar Capacidad de abreviar lo que se quiere expresar, organizando,la información de un modo personal.
Hipotetizar Es proponer
explicaciones posibles para un hecho.
Cuestionar Poner en duda información, transformar en interrogación situaciones en un texto.
Justificar Explicar las
razones por las que hemos respondido o expresado determinada afirmación.
Clasificar Agrupar de acuerdo con criterios prefijados, establecer categorías de
objetos o conceptos.
Por lo que vemos, aprender es un trabajo que demanda invertir tiempo y, para poder hacerlo adecuadamente, es necesario aplicar distintas metodologías. Para empezar, dentro de las metodologías de estudio podemos identificar distintos tipos de lectura:

Prelectura: previa a la clase; es una lectura inicial de la bibliografía recomendada para el tema.
  • Con ésta lectura empezamos a familiarizarnos con la nueva terminología, los nuevos conceptos.
  • Nos permitirá tener una aproximación global del tema a tratar en clase, y de esa manera poder seguir mejor la explicación del docente.
  • Hacemos foco en la introducción al tema, los títulos, subtítulos, párrafos destacados, esquemas, gráficos, etc.
  • Si la información es muy nueva, es probable que comprendamos poco. Pero nos puede servir para guiar nuestra atención en la explicación de la clase o llevar algunas preguntas y dudas para consultar al docente.
  • Evitar la vocalización en esta primera lectura. El pronunciar mientras se lee reduce la velocidad de lectura.
Lectura analítica: generalmente es la lectura que realizamos luego de la clase, a la hora de estudiar en profundidad, y es la que demanda más tiempo.
  • Lectura completa, pausada y exhaustiva de cada párrafo.
  • Debemos asegurarnos que estamos entendiendo lo que leemos antes de continuar, y buscar el significado de las palabras que desconocemos.
  • Muy importante prestar atención a la puntuación, a los términos nuevos, a las palabras clave, así como tipos de letras utilizados en el texto que puedan indicar contenidos importantes, etc. . Aquí destinamos el tiempo necesario para la comprensión acabada de lo que estamos estudiando.
  • En éste momento elaboramos resúmenes, esquemas o cuadros, hacemos anotaciones y relacionamos con otros contenidos.
  • En éste caso leer en voz alta permite mantener la atención, la concentración sobre lo que estamos leyendo, prestar atención y corregir la pronunciación de la terminología; además nos permite practicar la expresión oral.
Lectura de revisión: segunda lectura completa. Luego de la anterior para chequear la información total de lo resumido y estudiado.

Es importante realizar cortes del texto en subtemas. Al finalizar la lectura analítica de un subtema conviene hacer una lectura de revisión, chequear las anotaciones y resúmenes que realizamos, y repetir lo que recordamos como si se lo explicáramos a alguien. Si estudiamos con alguien se hace más dinámico, podemos hacernos preguntas para revisar lo que comprendimos, y chequear si podemos contestar empleando la terminología adecuada. Antes de continuar con el siguiente subtema es conveniente tomar un pequeño descanso.

Cuando estudiamos reconstruimos en nuestra mente lo que estamos aprendiendo. Para que esa construcción tenga la menor cantidad de errores no es suficiente solo leer para estudiar. Además, es necesario darle un orden y organizar los contenidos nuevos que estamos aprendiendo, relacionarlos entre sí y con los contenidos que ya conocemos, para de esa forma alcanzar un conocimiento adecuado y sólido, al cual podamos recurrir cuando lo necesitemos en los exámenes o como futuros profesionales. Todo lo mencionado lo realizamos cuando elaboramos nuestros resúmenes o esquemas.

Resumir para estudiar
Como lectores resumimos un texto aplicando, la mayoría de las veces de forma intuitiva, operaciones para reducir la información del texto. Estas operaciones se denominan: supresión, generalización y construcción.

  • Para resumir el lector debe, en primer término, poder omitir, quitar, ignorar o suprimir información irrelevante. Para esto subrayamos ideas principales, contenidos relevantes y tomamos notas a medida que avanzamos en la lectura.
  • Ante información repetida o ejemplificada en detalle se procede a generalizar, es decir, formulamos una idea más general.
  • La construcción supone armar un texto más sintético que nos obliga a utilizar nuestras propias palabras sin alterar el sentido global del texto.
  • Utilizar distintas herramientas para resumir, formas distintas de organizar la información subrayada. Más adelante te vamos a mostrar una serie de ejemplos.
El resumen es personal y se suelen usar abreviaciones o símbolos para favorecer una construcción clara y breve. Sin embargo en los exámenes no se deben usar símbolos, se debe poner el término correspondiente.
Según gustos personales y el tipo de contenido que estemos estudiando podremos utilizar distintas formas de organizar la información que resumimos.

Para profundizar:



Los factores que facilitan nuestro estudio son:
  • Motivación: deseo de querer hacer algo.
  • Concentración: enfoque total de la atención sobre un objeto o actividad.
  • Actitud:participar activamente, atender las explicaciones, tomar nota o apuntes, formular preguntas.
  • Organización: conocer la estructura global de los contenidos, atender a la presentación del tema, leer los programas de las materias, leer los índices, títulos y subtítulos del libro.
  • Comprensión: buscar, relacionar, recordar, aplicar lo estudiado (por ejemplo haciendo ejercicios). Sin captar el sentido de lo leído no se puede aprender.
Leer para aprender:
Aprender supone detectar la información relevante, clasificarla, ordenarla y relacionarla de tal manera que nuestra construcción mental se asemeje lo más posible a la realidad. No obstante, también conviene acompañar la lectura con otras actividades que permitan involucrar más sentidos en lo que estudiamos, así iremos reforzando las ideas que estamos incorporando y será más fácil mantener la atención. Por eso no es lo mismo leer en silencio; leer en voz alta o hablar sobre lo que estamos estudiando; leer, hablar y escribir; o sumar a lo anterior el trabajo con imágenes, dibujos y preparados ayuda a profundizar el aprendizaje.

Formas de organizar la información que resumimos
Redactadas en un texto.
Síntesis:
Exposición breve, clara y ordenada de las nociones más relevantes;
Adecuada para resumir definiciones, fundamentos, teorías, leyes biológicas, etc. en los cuales sea importante la redacción;
Resulta inadecuada para resumir información muy descriptiva, en la que haya muchos contenidos nuevos y todos importantes.
No Redactadas (esquemáticas):
Enumeración o listado
Cuadro sinóptico
Cuadro comparativo
Mapa Conceptual
Esquemas y dibujos
(Incluimos una explicación de cada uno y te mostramos ejemplos)




Enumeración o listado
  • Consiste en mencionar los contenidos y conceptos relevantes.
  • Puede utilizarse como guía, junto con el programa de estudio de la materia, para hacer un punteo de los contenidos a saber dentro de un tema.
  • Ayuda a no pasar por alto cuestiones relevantes, recordar todas las partes de un tema, por ejemplo todos los músculos de una región anatómica, separando flexores y extensores.


Cuadro Sinóptico
En el cuadro sinóptico se jerarquizan las ideas de un determinado contenido.
  • Idea central: generalmente está expresada en el título del texto; se coloca en el centro de la llave mayor (constituye el núcleo).
  • Otras ideas o temas: debemos tomar cada párrafo y expresar su idea principal, son las llaves menores que están dentro del cuadro.
  • Ideas accesorias: podemos echar manos a ellas cuando sean necesarias para hacer más clara y completa la síntesis.


Cuadro comparativo
Los cuadros comparativos son de utilidad cuando hay contenidos que pertenecen a un mismo grupo pero presentan similitudes y diferencias. Muy útil para empezar a practicar técnicas de diagnóstico.
  • Comparar contenidos en un cuadro nos ayuda a detectar mejor las diferencias y similitudes entre los mismos. Por ejemplo al comparar las características de distintos órganos del aparato digestivo, un grupo de bacterias, antibióticos, o enfermedades.
Recomendaciones de armado:
  • Establecer generalizaciones del grupo;
  • Establecer criterios de la información a comparar considerando aspectos en los que hay diferencias en 1 o más de los contenidos pertenecientes al grupo;
  • Completar el cuadro solo con conceptos relevantes y/o símbolos que permitan identificar las similitudes y diferencias (los símbolos son personales y no deben ser utilizados en el examen);
  • Puede acompañarse con esquemas o dibujos.


Mapa conceptual
El mapa conceptual permite representar un conjunto de ideas y/o conceptos, ordenando los mismos según clasificaciones, jerarquías y relaciones.
Nos ayuda a:
  • Organizar el tema, tener una visión global de los contenidos relevantes y sus relaciones;
  • Detectar errores en la comprensión del mismo o información faltante;
  • Ejercitar como establecer relaciones entre temas, algo frecuente a evaluar en los exámenes finales.
Pasos para realizarlo:
  • Seleccionar los contenidos más relevantes del tema (idealmente no más de 20 conceptos por mapa);
  • Comenzar el mapa colocando en la parte central y superior el concepto más inclusivo (generalmente se encuentra en el título del tema);
  • Ir colocando debajo los demás conceptos en recuadros (solo los conceptos, sin palabras extras), según orden de importancia, desde lo más general e inclusivo al más específico, dejando a la misma altura los conceptos con igual relevancia.
  • Unir los conceptos con flechas, utilizando como conectores palabras que indiquen de qué manera se relacionan.


Esquemas y dibujos
El esquema es una representación mediante el dibujo de modelos teóricos, permite explicar visualmente y, por lo tanto, más claramente contenidos que no se observan a simple vista. Ayuda a reforzar lo que estudiamos mediante la memoria visual y asociarlo a algo concreto fácilmente recordable. El dibujo es similar al anterior, pero es una representación más fiel de algo observable.

Galeria de imagenes con ejemplos, te proponemos que identifiques cada uno a partir de la explicación que te ofrecimos.

¿Estudiar solo o en grupo?
Estudio individual:
  • Favorece la concentración, al no haber otros factores de distracción,
  • Aprovechamiento del tiempo personal de comprensión,
  • Suele ser monótono, cansador, pueden quedar más dudas sobre lo que estudiamos.
Estudiar en grupo:
  • Ayuda a mantener un ritmo activo de estudio, aprovechando mejor el tiempo;
  • Ayuda a cumplir la planificación a corto y mediano plazo, sobre todo cuando somos dispersos y nos cuesta “sentarnos” a estudiar;
  • Ayuda a intercambiar opiniones, evacuar dudas, repasar;
  • Practicar la expresión oral al explicarse entre los integrantes;
  • Es necesario que los integrantes se comprometan con el estudio;
  • Se recomienda armar grupos de hasta 4-5 personas.

Otras consideraciones finales:
  • Hacer ejercicios en las materias prácticas
  • Argumentar, fundamentar: permite demostrar algo relacionando hechos, justificar una afirmación. Es muy importante poder argumentar y justificar una afirmación, ya que nos demuestra si entendimos el tema. Generalmente es la respuesta a las preguntas: ¿Por qué? ¿Para qué?
  • Auto-preguntarse: ¿por qué?; ¿para qué?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿dónde?
    • Nos ayuda a detectar información relevante, que no detectamos u obviamos en la construcción del resumen;
    • Autoevaluarnos, ya que permite chequear si estamos entendiendo;
    • Ayuda a establecer relaciones, generalmente con otros temas e incluso materias.

Recordar que también son importantes las actividades que desarrollamos durante la clase:
  • Consultar al docente: ante dudas en base a la lectura y/o de las explicaciones dadas, es importante consultar al docente en algún momento de la clase o luego de la clase, ya que son los docentes quienes pueden aclarar dudas sin caer en errores de interpretación, y quienes transmiten el criterio a considerar por la materia Todas las materias tienen horarios de consulta.
  • Tomar apuntes:
    • Anotar fecha, nombre de la materia y título del tema;
    • Tomar notas claras, sintéticas y precisas; la lectura previa ayudará a poder tomar mejores apuntes y seguir la clase sin perderse con tanta facilidad;
    • Emplear adecuadamente las abreviaturas, las cuales son de uso personal;
    • Tener en cuenta que en los exámenes no deben utilizarse abreviaturas.
Material elaborado por Georgina Angiono y Verónica De Luca. Servicio de Orientación y Tutorías Académicas. Facultad de Ciencias Veterinarias. UBA.
¿Cómo memorizar la información? ¿Estudiar “CON” o “DE” memoria?


Seguramente habrás escuchado muchas veces que no es bueno estudiar de memoria. Vamos a tratar de explicarte qué supone esta afirmación pero antes vamos a dejar claro que es imposible estudiar sin memoria. En efecto, en nuestra memoria tenemos una especie de base de datos (como la de nuestra computadora) donde tenemos guardado todo lo que sabemos, todo lo que hemos aprendido y experimentado en nuestra vida. Por lo tanto, necesitamos de la memoria para guardar todo lo que vamos aprendiendo para tenerlo disponible y poder recuperarlo cuando lo necesitemos. Vamos a plantear una serie de preguntas que nos van a servir para explicarte qué es la memoria y qué puedes hacer para aprender a usarla con eficacia en el estudio. Es decir, lograr aprender con memoria. Vos podrás recorrer el texto según la pregunta que te interese abordar.


¿Cómo enfrentar el miedo a los exámenes orales?


Rendir un examen trae aparejado un monto de ansiedad positiva, te ponés nervioso, repasás una y otra vez esos temas que más te cuestan, tenés dudas pero igualmente te presentas… pero cuando dicha ansiedad te desborda y no te permite presentarte aunque hayas estudiado, estas frente a un problema.

La dificultad de afrontar un examen oral incide en tu rendimiento académico y te coloca en una situación problemática. Puede llevarte a acumular materias sin rendir, que se te van sumando y, en muchos casos, se vencen, retrocediendo varios lugares en el camino para recibirte.

El temor ante los exámenes orales puede traerte aparejado pensamientos negativos y hasta manifestaciones físicas que en algunos casos hacen que te bloquees mentalmente o te paralices. Alguno de los pensamientos y sensaciones que se te pueden presentar son: pensar de antemano que te van a desaprobar, estar pendiente de los gestos de aprobación o desaprobación del profesor, pensar solamente en querer irte o la sensación de quedarte con la mente en blanco. Tal vez tengas sensaciones físicas: te transpiran las manos, te ponés colorado, te tiemblan las manos o la voz, sentís palpitaciones o tenés ataques de llanto.

Esta dificultad puede superarse con ayuda y acompañamiento, es importante hacer consciente lo que te sucede y aceptarlo, los temores se atraviesan, no se esquivan, por ello hay que hacerles frente. El servicio de Orientación y Tutorías de la Facultad viene trabajando hace unos años con los alumnos en este aspecto brindando talleres donde socializar dichas dificultades y construir estrategias de salida posible.

La mejor forma de enfrentar un examen oral es ir bien preparado, habiendo estudiado mucho, pero también estar preparado para hablar frente a los docentes y poder responder las preguntas. Muchas materias dan la posibilidad de preparar un tema para el examen oral, ésta es una buena oportunidad para vos, ya que podés comenzar a hablar de un tema que tuviste oportunidad de preparar de antemano, lo que te va a dar seguridad para iniciar el examen.

Estrategias para preparar un examen oral
Preparar el Tema:
  • Preparar el Tema:
    • Preparar un tema sencillo y de tu interés
    • Elaborar un guión claro con la información fundamental
    • Realizar un esquema de relación con otros temas de la materia
    • Pensar en posibles preguntas y elaborar las respuestas para estar preparado
  • La expresión oral:
    • Hablar claro y en voz alta
    • Hablar en forma pausada y fluída
    • Utilizar lenguaje adecuado a la materia
    • Poner énfasis en los conceptos importantes
  • Actitud durante la exposición:
    • Mirar al profesor
    • Utilizar gestos para apoyar la exposición
    • Utilizar esquemas o gráficos como apoyatura a la exposición, si el docente lo permite.
    • Utilizar esquemas o gráficos como apoyatura a la exposición, si el docente lo permite.
Y lo más importante:
ENSAYAR EN VOZ ALTA CON UN INTERLOCUTOR DE REFERENCIA


Material elaborado por Marina Ajler y Verónica Kreil. Servicio de Orientación y Tutorías Académicas. Facultad de Ciencias Veterinarias, UBA. Fuente bibliográfica: Goytía C. (2014). Fobia, ansiedad, miedos. Buenos Aires: Atlántida.